En el universo de Fundación, casi todo puede preverse. Hari Seldon (Jared Harris) diseñó un plan para anticipar –y minimizar– el colapso del Imperio Galáctico. No lo hizo con fe ni con visiones, sino con matemáticas. Su teoría, la psicohistoria, calcula el comportamiento de millones de personas a lo largo de generaciones. Y con ese cálculo construyó el futuro: uno en el que la Fundación, una colonia científica exiliada en un planeta remoto, guiaría a la humanidad a través de una era de caos.
Pero el plan tenía una condición: que no hubiera factores individuales capaces de torcer el curso de los hechos. Que nadie, por sí solo, pudiera alterar la dirección de la historia.
Y entonces aparece El Mulo.

Fundación: ¿Quién y qué es El Mulo?
En la serie de Apple TV+, Fundación, El Mulo todavía no mostró su forma final. Aparece en visiones, como una figura encapuchada con ojos brillantes. Se anuncia como una presencia que crece en el margen, que se acerca. Pero en los libros de Asimov –y en lo que la serie ya sugiere– El Mulo es mucho más que una amenaza: es una anomalía.
Es un ser con poderes mentales únicos, capaz de modificar las emociones de otros. No con discursos ni manipulación: con pura influencia psíquica. Puede generar miedo, lealtad, euforia, resignación. Puede doblegar ejércitos sin disparar una sola arma. Es un mutante, pero sobre todo es lo que la psicohistoria no puede calcular. Una variable individual que hace colapsar toda estadística.
El poder del Mulo es personal. Su sola existencia desmiente la base del plan Seldon: que el futuro es previsible en la medida en que los individuos no importan. El Mulo importa. Y mucho.
En los libros de Asimov, aparece después de siglos de relativa estabilidad. Llega desde un lugar desconocido, sin antecedentes claros, y en pocos años conquista gran parte de la galaxia. Nadie lo espera. Nadie entiende cómo lo hace. Y su influencia es tan profunda que ni siquiera puede ser combatida: los soldados que luchan contra él terminan defendiéndolo. Los líderes que lo enfrentan se convierten en sus aliados.
El plan Seldon, que debía durar mil años, se rompe en menos de dos siglos. Y todo por una sola persona.

El Mulo en la visión de Gaal: Cómo la muerte de Salvor cambia el futuro
En la temporada 2 de Fundación, El Mulo (Mikael Persbrandt) –reemplazado por Pilou Asbæk en la temporada 3– aparece apenas: una visión que tiene Gaal Dornick (Lou Llobell) mientras intenta usar sus habilidades mentales. Es un vistazo al futuro: ve a Salvor Hardin (Leah Harvey) morir frente a ella, ve una galaxia en guerra, ve una sombra que crece y que nadie puede detener. No se dice su nombre. Pero en los créditos, está: “El Mulo”.
En la visión de Gaal, Salvor muere frente a El Mulo. Es una imagen clara, brutal, inevitable. Y sin embargo, en el último episodio, Salvor muere de otra forma: asesinada por un niño manejado por Tallen Bond (Rachel House), la líder de los Mentalics. No hay batalla, no hay Mulo, no hay guerra.
Y eso cambia todo.
Porque si la visión de Gaal era cierta, entonces el futuro acaba de desviarse. Y si se desvió una vez, puede volver a hacerlo. La muerte de Salvor niega el destino. O al menos lo reescribe. Esa es, tal vez, la grieta por donde vuelve a entrar el libre albedrío en una historia construida sobre la inevitabilidad. Lo que viene ahora –con El Mulo en camino y el plan cada vez más frágil– no está escrito.
El Mulo podría ser un Mentalic, esos humanos con habilidades psíquicas. O algo más. Lo que está claro es que su existencia ya modificó el relato. Seldon no lo había previsto. Y por primera vez, su plan dejó de tener todas las respuestas. Si la Fundación es la encarnación del cálculo, El Mulo es el rostro del azar. Y su aparición abre otra pregunta: ¿cuántos futuros hay? ¿Cuántos planes pueden fallar?
La temporada 3 de Fundación tiene la oportunidad de enfrentar esas preguntas con uno de los personajes más inquietantes del universo de Asimov. No por su fuerza, sino por lo que representa: un punto ciego en un sistema que se creía perfecto. Un error. Un individuo.
DISPONIBLE EN APPLE TV+.
 
				 
															


