El final de Fundación 3: Bayta Mallow, el derrumbe del Imperio y los robots en la Luna

fundacion temporada 3 final
El final de la temporada 3 de Fundación desmantela el Imperio, mata a Demerzel y a Día, revela la verdadera identidad del Mulo y abre el camino hacia la Segunda Fundación, los robots y la Tierra.

El episodio final de la temporada 3 de Fundación, titulado La Oscuridad (The Darkness), no se limita a cerrar arcos narrativos: los prende fuego. La serie de Apple TV+ eligió un final que no solo cumple con la tradición de los grandes giros, sino que desarma su propia estructura. Lo que empezó hace tres temporadas como la historia del plan de Hari Seldon y la resistencia a un Imperio eterno, hoy se redefine: ya no hay Imperio, los Cleon han sido asesinados por uno de ellos, Demerzel ha caído, y el futuro de la galaxia depende de facciones nuevas, algunas inesperadas, otras largamente anticipadas.

fundacion hermano dia muerte
Lee Pace como Hermano Día en el final de la temporada 3 de Fundación

El final de la temporada 3 de Fundación: Las muertes de Día y Demerzel

El corazón del final de la temporada 3 de Fundación está en la Dinastía Genética, ese artificio político que parecía garantizar la continuidad del poder imperial. Ocaso (Terrence Mann), enfrentado a su inminente ascensión a Hermano Oscuro, decide no aceptar su destino. En un gesto desesperado, calculado, perverso, regresa a la sala de exponentes y detona los tanques donde se incuban los futuros Cleon.

Los cuerpos, las extremidades, los restos de los clones se esparcen por la sala mientras Ocaso ríe, canta, disfruta del colapso definitivo del Imperio. Y en un último gesto, decanta al bebé destinado a ser el nuevo Alba y lo coloca en la cámara ceremonial, allí donde todos los Hermanos Oscuros ascendieron antes que él.

Demerzel (Laura Birn) llega para proteger al bebé. Su programación la obliga: no importa que la dinastía haya sido aniquilada, mientras exista un Cleon vivo ella debe garantizar su supervivencia. Ocaso lo sabe, y convierte esa compulsión en emboscada. Activa el rayo de desintegración. La muerte de Demerzel es lenta, insoportable: la piel se derrite, los circuitos se deshacen, hasta que solo queda su cráneo dorado y el Radiante que guardaba en su cuerpo. El bebé también es cenizas. Así termina una relación de siglos, marcada por el sometimiento y la ambigüedad afectiva.

Día (Lee Pace) presencia la masacre y se enfrenta a Ocaso en un duelo fratricida. Lo golpea hasta el cansancio, pero ocaso lo derrota con una ventaja decisiva: nunca se quitó los nanobots de su cuerpo. Con esa inmunidad, le dispara, lo deja morir. El Imperio cae con ellos: ya no hay clones, ya no hay continuidad, solo un Cleon envejecido y solitario, con el Radiante en la mano.

fundacion final bayta
Synnove Karlsen como Bayta Mallow en el final de la temporada 3 de Fundación

Bayta Mallow, el verdadero Mulo

En paralelo, Gaal Dornick (Lou Llobel) cumple la profecía que cargaba desde el final de la temporada 2: enfrentarse al Mulo (Pilou Asbæk). Lo enfrenta en un combate físico y psíquico, y lo derrota al llevarlo a su fortaleza mental, ese refugio construido con años de entrenamiento Mentalic. Allí expone su herida más íntima: el trauma de haber sido un hijo no amado. Desorientado, el Mulo muere a manos de Gaal.

Pero la revelación llega después. Bayta Mallow (Synnove Karlsen) se revela como la auténtica Mulo. Su origen explica el secreto: en un planeta que imponía la ley de un solo hijo, sus padres eligieron a su hermano y trataron de ahogarla. Sobrevivió gracias al despertar de sus poderes, pero la cicatriz fue permanente. Desde entonces, su objetivo fue conquistar el amor universal a través de la manipulación psíquica.

Así, el final de la temporada 3 de Fundación invierte el giro de los libros: en las novelas de Isaac Asimov, Bayta es quien descubre al Mulo y lo derrota; aquí, ella misma se convierte en el antagonista. La traición adquiere un tono íntimo y devastador: no es un enemigo lejano, es alguien que fingía estar del lado de la Fundación.

La confrontación final con Gaal se libra a través de la música del Magnifico, intervenido para tocar la melodía de Gaal en lugar de la de Bayta. Esa interferencia le permite resistir y escapar. El Mulo sigue siendo una amenaza.

hari seldon duplicado
Jared Harris como Hari Seldon en Fundación

Hari Seldon: El hombre que ya no existe

Si el Imperio cae y el Mulo se reinventa, Hari Seldon (Jared Harris) también encuentra su límite. El holograma que habita en la Bóveda, última copia de un hombre muerto hace tiempo, le pide a Gaal que le de un cuerpo. Pero Gaal lo abandona, condenándolo a la eternidad de un encierro digital.

La decisión es despiadada pero lógica: la serie marca así el final del poder de Hari Seldon. Lo que queda es un fantasma sin cuerpo ni agencia, incapaz de guiar los acontecimientos. El Plan Seldon pierde a su arquitecto, y el futuro queda abierto a nuevas fuerzas.

fundacion preem palver
Troy Kotsur como Preem Palver en el final de la temporada 3 de Fundación

Preem Palver y la Segunda Fundación en Trántor

El final de la temporada 3 de Fundación también abre un frente político decisivo. La embajadora Quent (Cherry Jones), siguiendo las últimas instrucciones de Demerzel, llega a la Biblioteca de Trántor con el libro de Kalle La Novena Prueba de Plegado, aquel tratado matemático que estudió Gaal antes de convertirse en la discípula de Seldon. Allí está la Segunda Fundación, representada por Preem Palver (Troy Kotsur), oculta en el corazón mismo del Imperio después de haber abandonado Ignis por orden de Gaal.

La revelación cambia el tablero: mientras la Primera Fundación había luchado contra el Imperio, la Segunda se prepara desde las sombras para intervenir. Su aparición conecta con las novelas originales, pero la serie le otorga un giro al situarla en el mismo centro del poder.

fundacion temporada 3 final robots
Kalle en el final de la temporada 3 de Fundación

Robots en la Luna, la Tierra como horizonte

El último movimiento es quizá el más sorprendente. El “cabezal de bronce” robótico logra establecer un “clasp” con una base secreta en la Luna. Allí aparecen Kalle y otro androide, que reaccionan al contacto con sorpresa: “uno de los nuestros” los ha buscado. Y detrás de ellos, el planeta azul de la humanidad: la Tierra.

Por primera vez, Fundación muestra el mundo de origen, hasta ahora apenas un mito. La conexión con Fundación y Tierra es explícita: la unión entre el ciclo de los robots y el de la Fundación, un puente que Asimov tendió en sus últimas novelas y que ahora la serie explora en su propio terreno.

El final de la temporada 3 de Fundación no es un cierre, es una ruptura. El Imperio ha caído, los clones han sido exterminados, Demerzel destruida. El Mulo se reinventa en la figura de Bayta, la Segunda Fundación sale de las sombras, Hari queda atrapado en su tumba digital, y la Tierra reaparece como horizonte de misterio.

La serie elige el camino más arriesgado: dinamitar todo lo que había construido para abrir un terreno nuevo. La temporada 4 tendrá que lidiar con ese vacío —un Imperio reducido a cenizas— y con amenazas que ya no responden a la lógica del poder hereditario sino a algo más vasto: robots, facciones ocultas, y un enemigo que es a la vez traición íntima y ambición desmesurada.

Fundación ya no es la historia de un plan que organiza el futuro, sino de un futuro que se escapa de todo control.

DISPONIBLE EN APPLE TV+.

NOTAS RELACIONADAS