La serie de El Conjuro para HBO Max ha dado un paso definitivo hacia la producción con la incorporación de Nancy Won como showrunner, guionista y productora ejecutiva. El proyecto, que permanecía en desarrollo desde 2023, suma además a los escritores Peter Cameron y Cameron Squires, ambos con experiencia en producciones de Marvel como WandaVision y Agatha All Along.
La plataforma de streaming, que no emitió comentarios oficiales sobre el anuncio, mantiene en secreto los detalles argumentales específicos. Sin embargo, la serie de El Conjuro continuará la narrativa establecida en la franquicia cinematográfica que comenzó en 2013 con la primera película dirigida por James Wan. Peter Safran permanece como productor ejecutivo, mientras que Atomic Monster, la productora de Wan, se encarga de la producción junto a Warner Bros. Television como estudio.
El anuncio llega días después del estreno de El Conjuro 4: Últimos Ritos, la cuarta y final película de la saga principal que ha recaudado más de 194 millones de dólares a nivel mundial. Esta cifra representa el mejor debut mundial para una película de terror, consolidando el éxito comercial de una franquicia que, en su conjunto, ha generado cerca de 2,5 mil millones de dólares en taquilla global.

Nancy Won asume el control creativo de la serie de El Conjuro
Won aporta una trayectoria sólida en series dramáticas y sobrenaturales. Su trabajo reciente incluye Sunny para Apple TV+, Tiny Beautiful Things y Little Fires Everywhere en Hulu, además de episodios de Jessica Jones de Netflix. Su experiencia en el género sobrenatural se remonta a series como Jericho y Supernatural, una serie en la que ya trabajó con investigadores paranormales y mitología extensa.
Los escritores Cameron y Squires han trabajado juntos en múltiples proyectos de Marvel. Cameron escribió para Werewolf by Night, Moon Knight y WandaVision, mientras que Squires participó en Agente Elvis, The Acolyte de Star Wars y la inminente temporada 2 de Gen V, el spin-off de The Boys. Esta experiencia en universos narrativos complejos y producciones de alto presupuesto resulta estratégica para una adaptación que debe expandir una mitología cinematográfica establecida.
La serie de El Conjuro enfrentará el desafío de mantener la esencia de los investigadores paranormales Ed y Lorraine Warren sin repetir las dinámicas ya exploradas en cuatro películas principales. Las opciones narrativas incluyen precuelas centradas en los primeros años de los Warren, historias paralelas con otros investigadores, o la exploración de casos mencionados pero no desarrollados en las películas.

El universo cinematográfico busca continuidad televisiva
El universo de El Conjuro abarca nueve películas distribuidas en tres líneas narrativas: la saga principal con Patrick Wilson y Vera Farmiga como los Warren, la trilogía de Annabelle y los dos filmes de La Monja. Esta estructura permite múltiples enfoques para la adaptación televisiva, desde la continuación directa hasta la exploración de elementos secundarios del universo.
Wilson y Farmiga, protagonistas de las cuatro películas principales durante más de una década, no retornarán para la serie según las primeras informaciones. Su ausencia obliga a replantear el enfoque narrativo, aunque precedentes como la incorporación de Bill Skarsgård en It: Bienvenidos a Derry después de declarar su retiro del personaje sugieren que apariciones puntuales siguen siendo posibles.
La decisión de HBO Max de desarrollar la serie de El Conjuro coincide con el momento de mayor éxito comercial de la franquicia. Últimos Ritos no solo estableció récords de taquilla, sino que cerró narrativamente el arco de los Warren, creando espacio natural para nuevas aproximaciones al material. La película exploró las conexiones familiares entre Ed, Lorraine y su hija Judy Warren, introduciendo elementos que podrían servir como puente hacia la serie.
La transición del cine a la televisión permite explorar la mitología de los Warren con mayor profundidad temporal. Mientras las películas se concentran en casos específicos resueltos en aproximadamente dos horas, una serie puede desarrollar investigaciones complejas a lo largo de temporadas, examinar el impacto psicológico de la exposición constante a lo paranormal, y construir una mitología más extensa sobre el funcionamiento de las fuerzas sobrenaturales en este universo.
El formato televisivo también facilita la exploración de personajes secundarios y la construcción de un elenco coral. Los archivos de casos de los Warren históricos proporcionan material narrativo suficiente para múltiples temporadas, mientras que la estructura episódica permite alternar entre investigaciones autoconclusivas y arcos narrativos de temporada.
Warner Bros. Television, como estudio productor, aporta experiencia en adaptaciones de propiedades cinematográficas exitosas y manejo de universos narrativos complejos. La colaboración con Atomic Monster garantiza continuidad creativa con la visión original de Wan, aunque su rol como productor ejecutivo, más que director, sugiere un enfoque diferente al de las películas.
La serie se desarrolla en un contexto favorable para el contenido de terror en streaming. Plataformas como Netflix han demostrado el potencial comercial de series sobrenaturales de alta producción, mientras que HBO Max busca contenido diferenciado que aproveche propiedades intelectuales establecidas. La serie de El Conjuro representa una oportunidad de combinar reconocimiento de marca con narrativa televisiva de calidad.



