Treinta y tres años después de su estreno, Bajos Instintos tendrá una nueva versión. El guionista original de la película, Joe Eszterhas, vuelve a escribir esta nueva entrega, producida por Amazon MGM Studios junto a United Artists. Aún no hay título oficial ni detalles confirmados sobre el elenco, pero el proyecto fue definido como un reboot de tono “anti-woke”. El término no fue explicado en profundidad, pero sugiere un enfoque deliberadamente opuesto a las lecturas contemporáneas sobre género, representación y corrección política.
El anuncio del reboot de Bajos Instintos llega en un momento en que Hollywood explora remakes y secuelas de clásicos de los años 80 y 90, muchas veces con resultados dispares. En este caso, el retorno de Eszterhas al material original busca reinstalar una narrativa que en su momento fue polémica, pero también inmensamente rentable. Según un informe de The Wrap, el acuerdo incluye un pago garantizado de 2 millones de dólares al guionista y una suma que podría llegar hasta los 4 millones si el proyecto llega a concretarse.

Bajos Instintos: Una película que fue escándalo, éxito y género
Bajos Instintos se estrenó en 1992 y fue dirigida por Paul Verhoeven. Protagonizada por Michael Douglas y Sharon Stone, la película construyó un relato de suspenso erótico en torno a un detective de homicidios envuelto en una relación con una escritora de novelas policiales, sospechosa de ser una asesina serial. La escena del interrogatorio –en la que el personaje de Stone cruza las piernas sin ropa interior– se convirtió en uno de los momentos más comentados y replicados del cine de los 90’s.
Con un presupuesto de 49 millones de dólares, la película recaudó más de 352 millones a nivel mundial. Fue un éxito de taquilla, pero también generó una controversia inmediata. Activistas LGBTQ+ y feministas protestaron por la representación de la bisexualidad como rasgo patológico, y por la violencia sexual implícita en muchas escenas. Pese (o debido) a esa controversia, Bajos Instintos se consolidó como una referencia clave del thriller erótico, un subgénero que dominó el cine adulto estadounidense durante más de una década.
Eszterhas, por entonces uno de los guionistas mejor pagos de la industria, había cobrado una cifra récord de 3 millones por el guion. En entrevistas posteriores, siempre reivindicó el tono provocador de la historia. En su autobiografía Hollywood Animal (2004), se definió como alguien interesado en “personajes quebrados, morales grises y pulsiones incómodas”, y recordó cómo el estudio temía perder la clasificación R y quedar atrapado con una NC-17 que hubiera limitado su distribución.

El reboot de Bajos Instintos: Un regreso con otros códigos
El anuncio del reboot se da en un escenario muy distinto al de 1992. La cultura actual está marcada por una sensibilidad diferente en relación a la sexualidad, la violencia y las formas de representación de género, como se vio en la serie de cómics de Bajos Instintos, publicado por Sumerian en 2023. En ese contexto, el calificativo de “anti-woke” aparece como declaración de intenciones: una forma de situar el proyecto como reacción a lo que algunos sectores ven como excesos de la corrección política.
El término, sin embargo, es impreciso. No está claro si se trata de una continuación del universo original, una relectura crítica o simplemente una repetición estilizada. Tampoco se confirmó si Sharon Stone –quien volvió al papel de Catherine Tramell en la fallida secuela de 2006– tendrá alguna participación en esta nueva entrega. Hasta ahora, la actriz solo se limitó a contar cómo consiguió el rol original: “Fui la decimotercera elección. Lo supe durante todo el rodaje. Me lo repetía el productor, que además me llamaba Karen”, dijo en una entrevista reciente.
Stone también recordó el momento en que su vida cambió: “Cuando caminé por la alfombra en Cannes y mil personas gritaban mi nombre, sentí un alivio inmenso. Sabía que había entrado”. Aquella fama, sin embargo, no se tradujo en continuidad para la franquicia. Bajos Instintos 2 (2006), dirigida por Michael Caton-Jones, recaudó solo 38 millones de dólares y fue ignorada por el público y la crítica.
El equipo detrás del nuevo proyecto
Además de Eszterhas, el reboot de Bajos Instintos será producido por Scott Stuber –hoy al frente de United Artists– junto a Nick Nesbitt, Craig Baumgarten y Adam Griffin. Stuber también está vinculado a otros proyectos en curso, como Frankenstein de Guillermo del Toro y la biopic de Bruce Springsteen protagonizada por Jeremy Allen White, Música de Ninguna Parte.
No se informó aún quién será el director ni cuál será el reparto. Tampoco se sabe si la historia volverá a centrarse en Catherine Tramell o si tomará otro camino dentro del mismo universo narrativo. Lo único claro es que Amazon MGM busca reinstalar una marca poderosa dentro del cine erótico de suspenso, una categoría que hoy casi no existe en el cine de grandes estudios.
La pregunta no es si Bajos Instintos puede volver, sino cómo. Y si, en un tiempo donde la ambigüedad es menos tolerada, su nuevo relato podrá escapar al destino de convertirse en imitación de sí mismo.
 
				 
								


