La próxima película de Guillermo del Toro, Frankenstein, ya cuenta con una clasificación oficial. Según informó el sitio FilmRatings, la producción obtuvo una categoría R debido a “violencia sangrienta e imágenes espeluznantes“. La calificación anticipa un enfoque estético y narrativo que no esquiva el impacto visual, aunque el propio Del Toro ha insistido en que no se trata de una película de terror, sino de una historia centrada en los vínculos familiares, la creación y la responsabilidad.
Protagonizada por Oscar Isaac como Victor Frankenstein, Jacob Elordi como el Monstruo, y Mia Goth en el rol de Elizabeth Lavenza, la película se basa en la novela original de Mary Shelley publicada en 1818, pero introduce una lectura contemporánea atravesada por los temas recurrentes en la obra del director mexicano. Del Toro no solo dirige la película, sino que también escribió el guion y participó de la producción, en un proyecto que ha definido como el más personal de su carrera.
Con estreno previsto para noviembre de 2025 a través de Netflix, Frankenstein de Guillermo del Toro se suma a una extensa genealogía de adaptaciones, aunque con una impronta autoral que la distancia de sus antecesoras más célebres, como la versión clásica de Universal de 1931 protagonizada por Boris Karloff.
Frankenstein 2025: Un proyecto de larga data que combina obsesión personal y estética gótica
La relación de Guillermo del Toro con la figura de Frankenstein no es reciente. Según el propio director, la historia lo ha acompañado desde su infancia y lleva más de dos décadas intentando llevar adelante esta adaptación. En entrevistas previas, reconoció que el personaje lo obsesiona y que su versión buscará capturar esa fascinación temprana. “Esta película ha estado en mi mente desde niño. Algunos podrían pensar que estoy un poco obsesionado con Frankenstein“, declaró.
Esa obsesión se refleja tanto en la selección del elenco como en la construcción visual de la película. El tráiler difundido por Netflix muestra una serie de imágenes donde se destacan los rasgos clásicos del cine de Del Toro: laboratorios iluminados por lámparas de época, cuerpos intervenidos por la ciencia, y una atmósfera densa que oscila entre la tragedia y el asombro. La estética gótica no es decorativa, sino estructural: organiza la puesta en escena y modela la emocionalidad de los personajes.
La elección de Oscar Isaac como el Dr. Frankenstein sugiere un acercamiento más introspectivo al científico. Isaac ha interpretado personajes complejos con carga psicológica en películas como Ex Machina y Scenes From a Marriage, y parece ser una elección coherente con el tono que Del Toro propone para esta versión: menos monstruos exteriores, más dilemas morales internos. El personaje de Elordi, en tanto, permanece casi oculto en la promoción oficial, aunque se anticipa una caracterización física extrema, apoyada en maquillaje prostético y diseño corporal.
Frankenstein es mucho más que una adaptación de terror
Del Toro ha declarado que su objetivo no es hacer una película de terror, sino interrogar los vínculos familiares, en particular la relación entre padres e hijos. En ese sentido, Frankenstein se inscribe dentro de una serie de proyectos recientes del director que combinan el género fantástico con el drama íntimo, como La Forma del Agua o incluso El Laberinto del Fauno, donde lo monstruoso opera como metáfora de lo humano.
Mia Goth, en declaraciones recientes, destacó que la película es “increíblemente emotiva y profundamente personal“, y señaló que no se trata de una superproducción convencional. “Nunca he formado parte de algo tan grande y grandioso, pero también es muy íntimo“, afirmó. El comentario refuerza la hipótesis de que la película no será una mera reelaboración visual del mito, sino una exploración ética sobre los límites de la creación y el abandono.
En paralelo, la dimensión corporal sigue siendo central en el cine del director. Según relató Goth, Elordi pasó horas en maquillaje para lograr la apariencia del Monstruo. Esa construcción física del personaje, sumada a la calificación R, sugiere que el cuerpo volverá a ser un espacio de conflicto, exposición y violencia, tal como ocurre en otras películas del director, donde la transformación corporal suele tener consecuencias simbólicas.
Con esta nueva adaptación, Del Toro se propone reescribir uno de los relatos fundacionales de la literatura moderna. Lejos de reproducir la estructura de la novela o los tropos del cine de terror clásico, Frankenstein parece apuntar a una relectura afectiva y política del mito, donde el creador no solo carga con su ambición, sino también con la responsabilidad de sus decisiones.
Mirá el tráiler a continuación: