En House of the Dragon, la princesa Rhaenyra Targaryen (Emma D’Arcy) fue nombrada por su padre, el rey Viserys (Paddy Considine) como heredera del Trono de Hierro. Si bien una mujer nunca había gobernado antes, el Rey, en el momento de nombrar a su sucesora, no tenía otros hijos vivos y su presunto heredero era su impopular y volátil hermano Daemon (Matt Smith). Unos años más tarde su nueva esposa, la reina Alicent (Olivia Cooke), le dio un hijo: el príncipe Aegon Targaryen (Ty Tennant).
Muchos de los hombres de Westeros esperaban que en el Segundo Día del Nombre de Aegon, el Rey reemplazara a Rhaenyra como heredera, poniendo en su lugar al pequeño Príncipe. No lo hizo y, en cambio, continuó apoyando el reclamo de su hija durante los años restantes de su reinado. A su muerte, dos bandos lucharán por ocupar el Trono de Hierro: los Negros, que apoyan a Rhaenyra, y los Verdes, que apoyan a Aegon.
House of the Dragon: Verdes y Negros comienzan la Danza de Dragones
La escena del episodio 5 de House of the Dragon, Iluminamos el Camino, en la que la reina Alicent usa un vestido verde para la boda de la princesa Rhaenyra, es una ligera variación de una escena en Fuego y Sangre del momento en que los Verdes y Negros obtuvieron sus nombres en la celebración del quinto aniversario de bodas del rey Viserys y la reina Alicent.
La princesa Rhaenyra lleva un vestido rojo y negro los colores de la Casa Targaryen y, por lo tanto, su lado de la guerra se conoce como los Negros. La reina Alicent, que normalmente usaría los colores de la casa con la que se casó, eligió usar un vestido verde en honor a su familia: la Casa Hightower. A partir de ese momento, su bando durante la Danza de Dragones se lo conoce como los Verdes.
Quiénes integran el bando Negro
En el bando negro de House of the Dragon, luchando por los derechos de la reina Rhaenyra Targaryen y su heredero, el príncipe Jacaerys Velaryon (Leo Hart), estarán los hombres del reino que valoran su honor y se niegan a retractarse de sus juramentos de honrar y defender sus derechos de sucesión. Además, de su lado está Daemon Targaryen, su tío y marido, y sus hijas con Lady Laena; Baela (Shani Smethurst) y Rhaena (Eva Ossei-Gerning). Aunque una vez fue su mayor rival por el trono, el príncipe Daemon es ahora su mayor aliado y será de gran ayuda en todos los asuntos futuros.
Los Velaryon son leales a Rhaenyra incluso después de la muerte de Lady Laena y la supuesta muerte de Ser Laenor (John MacMillan). Lord Corlys (Steve Toussaint) elige ponerse del lado de Rhaenyra y sus hijos, aunque sabe que no comparten su sangre, llevan su apellido. Corlys continúa tratando de mantener el legado de la casa de su familia, y sin hijos legítimos que continúen con su nombre, siente que debe mantener el reclamo de sus ‘nietos’.
Con Daemon firmemente del lado de Rhaenyra, hace que la elección sea más simple, ya que los Negros también son el lado que defenderá a sus nietas. La Casa Velaryon le ofrece todo el poder de sus barcos y riqueza a Rhaenyra, haciéndola casi imposible de vencer en el agua. Tanto la princesa Rhaenys Targaryen (Eve Best) y Lord Corlys Velaryon son figuras muy influyentes en el reino y contar con su respaldo, capacidad de planificación estratégica, dinero, barcos y dragones es vital para la campaña de Rhaenyra.
Aunque técnicamente está aliada con Daemon, no con Rhaenyra, Mysaria (Sonoya Mizuno), también conocida como el Gusano Blanco, se pondrá del lado de los Negros. Esto es esencial porque les da a los ojos y oídos en Desembarco del Rey como en la Fortaleza Roja, mientras la familia está asentada en Rocadragón. Con las fuerzas combinadas de Rhaenyra, Deamon y la familia Velaryon, serán difíciles de vencer.
Quiénes integran el bando Verde
Del lado Verde y luchando por el reclamo de Aegon Targaryen y sus futuros herederos, se ubicarán las casas de Westeros que preferirían romper sus votos antes que prestar su apoyo a una mujer. La partidaria más ferviente de Aegon es su madre, la reina Alicent, y también cuenta con el apoyos de sus hermanos, la princesa Helaena Targaryen (Evie Allen), y el príncipe Aemond Targaryen (Leo Ashton). La Mano del Rey, Otto Hightower (Rhys Ifans), trae consigo el apoyo de la totalidad de la Casa Hightower; a ellos se une el Lord Comandante de la Guardia Real, Ser Criston Cole (Fabien Frankel).
Larys Strong (Matthew Needham), el nuevo Señor de Harrenhal, está del lado de los Verdes, y tanto su discreción y disposición para hacer lo que sea necesario serán valiosos aportes en la guerra que se avecina. Larys es un hábil manipulador que puede estar adelantado a cualquier evento que lo requiera, pero su lealtad a los Verdes puede estar supeditada a que se satisfagan los beneficios que planea conseguir a cambio.
Para solidificar su reclamo al trono, y en la verdadera tradición Targaryen, el Príncipe Aegon está comprometido con su hermana Helaena, para que con el tiempo puedan tener más herederos Targaryen. Rhaenyra ya tiene muchos hijos, y Aegon necesitará tener algunos propios si quiere convencer a las casas indecisas de Westeros para que se unan a él.
Aunque parecen superados por los partidarios de Rhaenyra, los Verdes tienen una ventaja cuando se trata de proximidad. Su gobernante elegido, Aegon, su madre, la Reina Alicent, La Mano del Rey y el Lord Comandante Cole residen todos dentro de la Fortaleza Roja con el actual Rey Viserys. Tras su muerte, estarán en el mejor lugar para actuar rápida y silenciosamente para asegurar la posición de Aegon.
Aunque los Verdes tienen menos dragones, que Aemond haya reclamado a Vhagar equilibra el poderío de los partidarios de Aegon II. Vhagar es la más fuerte y grande de los dragones existentes; dobla en tamaño a Caraxes, el dragón de Daemon Targaryen. Aegon, por su parte, monta a Sunfyre, y su hermana Helaena está unida a Dreamfyre, aunque no es aficionada a montar a la bestia.
El Gran Maestre Mellos (David Horovitch), el Maestro de Barcos Ser Tyland Lannister (Jefferson Hall) y el Maestro de la Moneda Lord Lyman Beesbury (Bill Paterson), miembros del Consejo Pequeño del Rey, aún no han manifestado donde descansan sus lealtades. Estos hombres y todas las Casas Grandes y Menores de los Siete Reinos pronto serán llamados a hacer su elección. Algunos se dejarán influir por promesas de ventajas futuras, matrimonio real y prosperidad; otros por su deber y honor; y algunos buscarán permanecer neutrales para evitar el terrible precio que la Danza de Dragones le costará a todos los involucrados.
Los dragones de los Verdes y los Negros
Por ahora, los Negros tienen 5 dragones con jinete: Rhaenyra Targaryen con Syrax; Jace Velaryon con Vermax; Daemon Targaryen con Caraxes; Baela Targaryen con Moondancer y Rhaenys Velaryon con Meleys. También residen en Rocadragón, que está plagada de muchos dragones salvajes y sin jinete, incluido Seasmoke de Ser Laenor, que vagan libremente y que pueden usar si pueden encontrar algunas almas valientes dispuestas a intentar domarlos.
La Cosecha Roja: La búsqueda de jinetes de dragón
Mientras la guerra avanzaba, ambos bandos comprendieron que los dragones serían decisivos para determinar el vencedor. Rhaenyra, consciente de que los Verdes tenían a Vhagar, la bestia más grande de Westeros, ordenó buscar jinetes para los dragones salvajes que moraban en Rocadragón.
Jacaerys Velaryon proclamó que cualquier persona que pudiera domar un dragón sería recompensada generosamente. Muchos intentaron reclamar a las bestias; la mayoría terminó carbonizada. Pero algunos, aquellos con sangre Targaryen fluyendo en sus venas —bastardos y descendientes olvidados— lograron lo imposible.
Esta iniciativa fue conocida como la Cosecha Roja. Hugh Hammer, un herrero de complexión imponente, domó a Vermithor, el dragón que una vez montó el Viejo Rey. Ulf el Blanco, un borracho de tabernas, reclamó a Silverwing. Addam de Hull, posteriormente legitimado como Addam Velaryon, montó a Seasmoke, el dragón que había pertenecido a Laenor Velaryon. La feroz Nettles, una chica del Lecho de Pulgas –un personaje de los libros que House of the Dragon elimina–, ganó la confianza de Robaovejas.
Estas “semillas de dragón” demostraban lo que muchos sospechaban: que la sangre Targaryen se había diseminado más allá de la familia real, a través de bastardos y aventuras de príncipes olvidados. La sangre del dragón corría en venas insospechadas, y ahora esas venas alimentaban la guerra que consumía el reino.
Con estos nuevos jinetes, la balanza parecía inclinarse hacia los Negros. Pero el destino, como siempre, tendría otros planes para los dragones y sus amos.
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