Dexter Morgan no está muerto. Tampoco volvió a la vida tal como lo conocíamos. En Dexter: Resurrección, el episodio 4 lleva la serie a un terreno inesperado: una cena secreta organizada para asesinos seriales, financiada por un millonario que los convirtió en culto. En el centro de esta puesta en escena está un museo que celebra a los homicidas más célebres del mundo real y de la ficción. La serie ya no se pregunta si Dexter puede ocultar quién es. Se pregunta si, incluso rodeado de otros como él, puede ser verdaderamente él mismo.

Dexter: Resurrección, episodio 4 | El museo de Leon Prater
El episodio 4 de Dexter: Resurrección arranca con Dexter siguiendo la pista de un nuevo asesino en Nueva York. El sospechoso se hace llamar el Pasajero Oscuro, un guiño al propio apodo que Dexter usó durante años. Al capturarlo, descubre entre sus pertenencias una invitación a un evento secreto. Atraído por la promesa de conocer a otros “como él”, Dexter asume la identidad del asesino muerto y acude en su lugar.
La escena lo lleva a un edificio de lujo donde es recibido por Charley (Uma Thurman) y presentado a Leon Prater (Peter Dinklage), un millonario obsesionado con los asesinos seriales. Prater no mata, pero colecciona. Y ha armado su propio museo con objetos personales de asesinos reales como John Wayne Gacy o Jeffrey Dahmer, y también ficticios, entre ellos el propio Dexter. El lugar exhibe, entre otras piezas, el refrigerador ensangrentado de Dahmer, el disfraz de payaso de Gacy, el martillo del Trinity Killer y el archivo más íntimo del Carnicero de Bay Harbor: su caja de placas de sangre.
La ironía es evidente: Dexter, que pasó su vida ocultando lo que era, se enfrenta ahora a un espacio donde los asesinos no sólo existen a la vista, sino que son objetos de culto. Pero ni siquiera en ese entorno puede mostrarse tal como es. El juego de identidades lo obliga a esconderse incluso frente a los que supuestamente lo entenderían.

Dexter: Resurrección: La cena con el enemigo
El museo de Prater no es el único símbolo. El millonario ha reunido a un grupo de asesinos con sus propios códigos. Está Lady Venganza (Krysten Ritter), que sólo mata a abusadores sexuales; Rapunzel (Eric Stonestreet), que colecciona pelo de sus víctimas; Lowell (Neil Patrick Harris), que guarda los tatuajes de sus víctimas; y el Gemini Killer (David Dastmalchian), una caricatura viviente de asesino ritual.
En ese grupo, Dexter se siente parte y extranjero al mismo tiempo. Puede hablar de sus impulsos, pero no puede decir su verdadero nombre. Puede observar, pero no confiar. A diferencia de los otros, él cree tener un código que lo separa del resto. La pregunta que sobrevuela el episodio 4 de Resurrección no es si Dexter pertenece al grupo, sino si su código sigue siendo suficiente para justificar sus actos.
La serie introduce un matiz nuevo: Dexter no sólo encuentra pares, encuentra competencia. La reunión ya no es una metáfora. Es una amenaza. ¿Qué le impide matarlos a todos? ¿Y qué pasará cuando descubran que ya ha empezado?

Dexter, el impostor entre asesinos
El clímax del episodio 4 de Dexter: Resurrección es doble. Por un lado, Dexter elimina a Lowell, el “Coleccionista de Tatuajes”, antes de que ataque a su próxima víctima. Lo hace sin su equipo, improvisando una sala de ejecución en una tienda de tatuajes. Por otro lado, rompe su propio protocolo: revela su verdadera identidad a su víctima antes de matarlo. El riesgo es inmediato. Intuitivamente, The Gemini Killer ya sospecha de él. Si Lowell no aparece en la próxima cena, y Dexter es el único nuevo en el grupo, las sospechas podrían caer sobre él.
La tensión no está en si lo descubrirán, sino en cuándo. Dexter: Resurrección no plantea un juego de gato y ratón con la policía, sino con los otros asesinos. Dexter, que siempre estuvo un paso adelante de los investigadores, ahora debe moverse entre pares que podrían matarlo por traición.
Y sin embargo, también hay deseo. Lady Vengeance representa una tentación: alguien que mata por un código, como él. Dexter se siente atraído. No sólo sexualmente, sino por la posibilidad de una compañera. Una cómplice. La escena en la que ella lo invita a quedarse mientras se ducha es interrumpida por Harry –el fantasma de su padre– como si fuera la conciencia moral del personaje. Pero no es sólo moral. Es también miedo: a perder el control, a confundirse, a entregarse.
Dexter: Resurrección aprovecha esa tensión para reconfigurar su dinámica interna. Ya no es sólo Dexter contra la ley. Es Dexter contra su código. Y contra su herencia.

Invitados especiales y cameos en Dexter: Resurrection episodio 4
El episodio Call Me Red no sólo reconfigura el mundo de Dexter, también amplía su universo con un casting que roza el exceso y lo convierte en uno de los más llamativos de toda la serie. Aquí, una guía de las principales estrellas invitadas:
- Peter Dinklage como Leon Prater
Multimillonario, obsesivo y coleccionista, Prater no mata, pero organiza cenas para quienes sí lo hacen. Dinklage aporta una combinación inquietante de calidez, afectación y narcisismo. Es el anfitrión del museo y el nexo entre asesinos. - Uma Thurman como Charley
Chofer, escolta y cancerbera. Charley es la mano derecha de Prater y la primera en sospechar. Thurman interpreta a una mujer que no necesita gestos: con una ceja levanta la tensión. - Krysten Ritter como Mia / Lady Venganza
Sommelier de día, asesina de abusadores sexuales de noche. Tiene una historia de origen trágica y un código similar al de Dexter. Ritter combina carisma, trauma y seducción en un personaje que podría volverse clave. - Neil Patrick Harris como Lowell / El Coleccionista de Tatuajes
En modo oscuro y satírico, Harris encarna a un asesino que tatúa las pieles de sus víctimas y se burla de los códigos morales. Su desaparición abre un problema para Dexter. - Eric Stonestreet como Al / Rapunzel
Un asesino con fijación por las coletas de sus víctimas. Casado, con hijos, y fanático del orden doméstico, representa la banalidad del mal en su versión más incómoda. - David Dastmalchian como Gareth / The Gemini Killer
Un asesino de estilo clásico, frío, ritualista, que se inspira en el Zodíaco. Su presencia es más atmosférica que narrativa, pero suma al tono del episodio.
Los objetos del Museo de Prater
- Pogo el payaso: el disfraz real de John Wayne Gacy.
- El refrigerador de Jeffrey Dahmer: con rastros de sangre.
- La guitarra de Charles Manson, el martillo del Trinity Killer y el asiento del auto de Ted Bundy.
- Las placas de sangre del Carnicero Bay Harbor, propiedad de Dexter, ahora en exposición.
- La mesa del Ice Truck Killer, con una historia adulterada.
El episodio 4 de Dexter: Resurrección mezcla actores reconocibles, referencias a temporadas anteriores y una iconografía criminal que convierte el crimen en fetiche. El casting no sólo sirve a la trama: redefine el tono. Lo grotesco y lo glamoroso conviven sin esfuerzo.
DISPONIBLE EN PARAMOUNT+.



