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Task: Mark Ruffalo explica el final de la serie y si volverá para una temporada 2

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El actor explicó el cierre de Task y por qué su personaje, el agente Brandis, podría regresar en una segunda temporada de la serie de HBO.

Task fue una de las sorpresas de HBO este año. La serie creada por Brad Ingelsby –también responsable de Mare of Easttown– reunió a Mark Ruffalo en el papel del agente del FBI Tom Brandis, un ex sacerdote que busca redención en un entorno dominado por la culpa y la violencia. Con el final de Task ya emitido, Ruffalo explicó cómo se construyó el desenlace y si estaría dispuesto a volver en una nueva entrega.

“Queríamos cerrar la historia sin que pareciera forzado, pero sin perder el impulso”, contó el actor. La palabra clave, dice, fue resolución. No la de los casos, sino la de los personajes: “El desafío era cómo cerrar cada arco sin que se sintiera apresurado”.

Brad Ingelsby coincide: “Desde el principio sabíamos que el final debía ser sobre la casa, sobre prepararse para recibir al hijo, sobre el perdón”. Esa línea –el perdón como destino y no como acto moral– atraviesa toda la serie. Y es lo que convierte a Task en algo más que un thriller de investigación.

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Mark Ruffalo como Tom Brandis en el final de Task de HBO

Mark Ruffalo y el cierre emocional de Task

Ruffalo volvió a HBO tras La Innegable Verdad (I Know This Much Is True), una decisión que incluso el propio canal dudaba que aceptara. “Nos dijeron: nunca va a hacerlo”, recuerda Ingelsby. Pero el actor leyó el guion y se convenció. “Era demasiado bueno para dejarlo pasar.”

El personaje de Tom Brandis, mitad sacerdote, mitad agente del FBI, fue el punto de partida del creador: “Me interesaba un hombre que había perdido la fe”, dijo Ingelsby. Ruffalo entendió enseguida el contraste. “La parte del sacerdote quedó atrás, pero lo define. El FBI está presente, pero lo que de verdad importa es su familia.”

En el episodio final de Task, Brandis da un discurso ante el tribunal sobre su hijo, Ethan, marcado por la esquizofrenia y por un pasado trágico. “Quería que la escena mostrara a un hombre que ya no busca redimirse ante Dios, sino ante los suyos”, explicó Ruffalo. Esa secuencia, una de las más comentadas del cierre, funciona como síntesis del personaje: la violencia contenida, la culpa, la imposibilidad de salvar a todos.

Ingelsby recuerda las dudas sobre cómo terminar la historia. “HBO quería que Tom se quedara con el chico, pero para mí eso traicionaba la esencia del relato. No era sobre la custodia. Era sobre estar listo para recibir el perdón.”

El rodaje del final y el gran enfrentamiento

El clímax de Task llega en el episodio 6, con el tiroteo en el puente entre el FBI, Robbie (Tom Pelphrey) y los los Dark Hearts, una secuencia que Ruffalo y la directora Salli Richardson-Whitfield planificaron como un cierre emocional más que espectacular. “Sabíamos que toda la serie conducía a ese enfrentamiento”, explicó Ingelsby. “Habíamos hecho esperar al público; había que recompensarlo.”

El resultado fue una escena áspera, filmada con ritmo controlado, donde el enfrentamiento es tan psicológico como físico. Ingelsby lo describe como “una colisión de destinos más que de balas”. La secuencia concluye con Tom llevando a un Robbie moribundo a un hospital al que no llegará con vida.

Ruffalo recuerda la tensión física de la filmación: “Tom (Pelphrey) se había mantenido alejado de mí durante toda la filmación. Cuando lo veía y le decía: «Oye…», él seguía su camino. Michael Mann hizo lo mismo en
Heat, con Al Pacino y De Niro, quería mantenerlos separados todo el tiempo. El día del tiroteo era de un calor insoportable, estábamos dentro del auto sin aire, transpirando, pero todo eso ayudó. No nos conocíamos con Tom, así que la incomodidad era real. Cuando me subí al coche, éramos dos desconocidos. Se siente en pantalla.”

En el final de Task, Brandis deja que Maeve (Emilia Jones) se quede con el dinero de la venta del fentanilo. No busca reconocimiento. Solo vuelve a su jardín, al gesto de plantar, al trabajo paciente de quien espera que algo crezca. “Me gusta que el final sea silencioso”, dice Ruffalo. “Después de tanta violencia, lo único que queda es el intento de cuidar algo. Aunque no sepas si va a florecer.”

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Emilia Jones como Maeve en el final de Task de HBO

Task, la redención según Brad Ingelsby

Desde Out of the Furnace hasta Mare of Easttown, Ingelsby ha construido un territorio propio en el cine y la televisión: el condado de Delaware, con sus fábricas cerradas, sus familias heridas y su religiosidad cansada. “Escribo sobre la gente que conozco”, dice. “Intento que cada personaje gane su lugar, que tenga una razón para estar.”

Esa lógica se mantiene en Task, donde cada figura –policías, delincuentes, familiares– tiene una historia que se completa al final. “Siempre les decía: todos deben ganarse un asiento en la mesa. No por la trama, sino emocionalmente.”

Ruffalo lo resume de otra forma: “Ningún personaje es un cliché. Nadie está ahí solo para mover la historia. Eso es lo que hace grande a la serie.”

La estructura también evita el simple misterio. “No quería hacer otro who-dunnit”, contó Ingelsby. “Quería que el conflicto fuera una colisión, no una revelación.” En esa decisión se apoya el tono de Task: un drama familiar disfrazado de policial, un estudio de las segundas oportunidades en un entorno donde la fe y la ley se confunden.

¿Habrá temporada 2 de Task?

El final de Task deja espacio para continuar. Ruffalo y Ingelsby no lo descartan. “Me encantaría hacerlo”, dijo el creador. “Nos llevamos muy bien. Hay más historias para contar.” Ruffalo coincide: “Tuvimos una experiencia increíble. Si Brad tiene algo más que decir sobre estos personajes, yo estoy dentro.”

La posibilidad de la temporada 2 de Task dependerá de HBO, pero el equipo parece dispuesto. Incluso mencionaron un posible eje: Brandis y Martha, la jefa del equipo, como centro de una nueva investigación. “Hay una dinámica ahí que todavía no exploramos”, adelantó Ingelsby.

Mientras tanto, Task cierra su primera entrega con una frase de Ruffalo que podría servir de epílogo: “La gente se castiga sola. El perdón es un regalo que uno tiene que darse.” Es, quizá, la verdadera definición de su personaje: un hombre que entendió que el perdón no absuelve, pero alivia.

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