Tom Stoppard murió a los 88 años | Del Oscar por Shakespeare in Love a Star Wars e Indiana Jones

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Tom Stoppard murió a los 88 años. El dramaturgo británico ganó el Oscar por guion original, trabajó en Star Wars y fue convocado por Spielberg para arreglar grandes producciones.

Tom Stoppard murió este fin de semana en su casa de Dorset, Inglaterra, a los 88 años. La noticia fue confirmada por su agencia, United Agents, que destacó su amor por el idioma inglés y su generosidad. El autor de Rosencrantz y Guildenstern Han Muerto y guionista de Shakespeare in Love construyó una obra que reformuló los límites del teatro de ideas sin abandonar el entretenimiento. Nacido en Checoslovaquia en 1937, escapó del nazismo, vivió en Singapur e India, y se instaló en Inglaterra a los ocho años. Su carrera comenzó como periodista en Bristol, pero fue el teatro lo que le permitió desarrollar una escritura que combinaba filosofía, historia y humor sin caer en el didactismo.

Tom Stoppard y el dominio del diálogo artificial

Tom Stoppard defendió durante toda su carrera un tipo de escritura que no intentaba reproducir la realidad tal como es. En una entrevista de 1988 con The Paris Review, explicó que prefería un diálogo “más frágil que la vida”, con una economía y precisión que consideraba “francamente artificial”. Su modelo eran los guiones del cine de los años 40, donde cada línea estaba diseñada con un propósito claro. Esa decisión estética lo separó de muchos de sus contemporáneos, que buscaban el naturalismo o la representación directa de lo cotidiano. Para Stoppard, el teatro no era un espejo sino una construcción que debía sostenerse en su propia lógica interna.

Esta concepción lo llevó a escribir obras que partían de una idea abstracta antes que de una trama. The Real Thing, de 1982, surgió de una reflexión sobre el amor y la autenticidad. Arcadia, de 1993, exploraba el caos, la entropía y la relación entre el clasicismo y el romanticismo. Ambas obras confirmaron que Stoppard podía escribir sobre conceptos complejos sin perder el ritmo dramático ni la capacidad de sorprender. Su método consistía en encontrar el momento en que una idea filosófica se volvía escena, sin forzar la narrativa ni simplificar el pensamiento.

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Hayden Christensen como Anakin Skywalker en La Venganza de los Sith

Tom Stoppard y el cine como terreno ajeno

Aunque ganó el Oscar por Shakespeare in Love en 1998, compartido con Marc Norman, Tom Stoppard siempre consideró el cine un territorio distinto al teatro. En una entrevista de 2008 con Cherwell, dijo que no usaba las mismas partes de sí mismo al escribir para pantalla, porque en el cine siempre estaba “pisando el trabajo de otro”. El guion de Shakespeare in Love funcionó, según él, porque el director John Madden se aseguró de que la historia de amor sostuviera el resto.

Pero no todas las experiencias fueron exitosas. Pasó tiempo trabajando en la adaptación de la trilogía de Philip Pullman sin que ningún director estuviera vinculado al proyecto. Cuando finalmente uno llegó, prefirió escribir su propio guion. Stoppard también trabajó sin crédito en películas como Indiana Jones y la Última Cruzada, Star Wars: La Venganza de los Sith y La Lista de Schindler, lo que lo convirtió en un solucionador de problemas narrativos más que en un autor con control total sobre el material.

Además de Shakespeare in Love, escribió los guiones de El Imperio del Sol (1987), basada en la novela de J.G. Ballard, y de Brazil (1985), junto a Terry Gilliam y Charles McKeown, por la que recibió una nominación al Oscar. En 1990 dirigió la versión cinematográfica de Rosencrantz y Guildenstern Han Muerto, con Gary Oldman y Tim Roth, que ganó el León de Oro en el Festival de Venecia. También trabajó en adaptaciones de Anna Karenina con Keira Knightley y en Tulip Fever con Alicia Vikander. Para televisión, escribió Parade’s End, una miniserie de HBO con Benedict Cumberbatch que le valió una nominación al Emmy en 2012.

Tom Stoppard: Una biografía marcada por el desplazamiento

Tom Stoppard nació como Tomáš Sträussler en Zlín, Checoslovaquia, en 1937. Su familia huyó de los nazis cuando él era un bebé y se instaló en Singapur. Su padre, médico del ejército británico, murió durante la ocupación japonesa. Su madre y él escaparon a India en 1941, donde ella se casó con Kenneth Stoppard, un oficial británico. La familia se mudó a Inglaterra en 1946 y el niño adoptó el apellido de su padrastro. No supo que era judío hasta cumplir cincuenta años, cuando su padrastro le pidió que volviera a usar su apellido original. Stoppard escribió que la revelación lo afectó menos de lo que la gente esperaba, tal vez porque llegó demasiado tarde.

India quedó grabada en su memoria. Aunque solo tenía ocho años cuando se fue, soñó con el país toda su vida. En la entrevista de 2008 recordó esos sueños como experiencias de las que lamentaba despertar. Ese tipo de nostalgia atravesó parte de su obra, aunque nunca de forma explícita. Su última gran obra, “Leopoldstadt”, estrenada en 2020, abordó directamente su origen judío y la historia de su familia. Ganó su quinto Tony por esa obra, un récord que lo ubicó por encima de cualquier otro dramaturgo vivo.

Tom Stoppard nunca fue a la universidad. Comenzó a trabajar como periodista siendo muy joven, primero en el Bristol Evening World, donde cubrió teatro y comenzó a escribir sus propias obras. Aunque luego lamentó no haber estudiado, reconoció que el periodismo le enseñó a escribir con claridad y velocidad. Su primera obra importante fue Rosencrantz y Guildenstern Han Muerto, estrenada en 1966, que lo convirtió en una figura internacional antes de cumplir treinta años. La obra reescribía Hamlet desde la perspectiva de dos personajes secundarios, combinando Beckett con Shakespeare en un ejercicio que parecía sencillo pero que revelaba una comprensión profunda de ambos autores.

Stoppard se casó tres veces. Primero con Josie Ingle, de 1965 a 1972, con quien tuvo dos hijos, Oliver y Barnaby. Luego con Miriam Stoppard, de 1972 a 1992, con quien tuvo a Ed y Will. En 2014 se casó con Sabrina Guinness, heredera de la familia cervecera y ex pareja del rey Carlos III. Lo sobreviven ella y sus cuatro hijos.

La obra de Tom Stoppard dejó una marca en el teatro de lengua inglesa que va más allá de los premios. El Oxford English Dictionary incluyó el adjetivo “Stoppardian” para describir el uso de ingenio elegante al abordar preocupaciones filosóficas. Ganó tres premios Laurence Olivier, escribió más de treinta obras y trabajó en decenas de guiones. Murió en su casa, rodeado de su familia, después de una vida dedicada a explorar cómo el lenguaje puede sostener ideas complejas sin perder humor ni belleza.

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