
Crítica Todos Somos Extraños: Gótico y queer
Todos Somos Extraños (All of Us Strangers), protagonizada por Andrew Scott y Paul Mescal, aborda el duelo y el amor desde un espacio onírico gótico y sexy.

Todos Somos Extraños (All of Us Strangers), protagonizada por Andrew Scott y Paul Mescal, aborda el duelo y el amor desde un espacio onírico gótico y sexy.

Con Ferrari, Michael Mann transforma la biografía de Enzo Ferrari en un estudio sobre la obsesión y el legado en una Italia de postguerra donde la F1 es religión secular.

Con Los Que Se Quedan, Alexander Payne recupera el humanismo crepuscular del cine de los 70’s en este relato invernal sobre tres almas desplazadas negociando sus soledades compartidas.

Con Dream Scenario, Kristoffer Borgli examina la frágil identidad contemporánea con una fábula delirante en la que un profesor se convierte en visitante involuntario de sueños colectivos.

Con Pobres Criaturas, Yorgos Lanthimos ofrece un pervertido cuento victoriano donde la resurrección del cuerpo femenino se convierte en manifiesto sobre la autodeterminación y el deseo.

Concrete Utopia (Sobrevivientes: Después del Terremoto) es una variación coreana sobre el colapso social que convierte un edificio de departamentos en microcosmos de la condición humana.

El director griego cuenta cómo hizo su nueva película, Pobres Criaturas, su relación con Emma Stone y por qué el sexo sigue siendo un tabú en Hollywood.

Priscilla es un retrato etéreo de la soledad, donde Sofia Coppola desplaza la figura de Elvis para centrarse en la mujer que tuvo que vivir a la sombra del mito.

Saltburn de Emerald Fennell es una fábula perversa sobre la lucha de clases, donde el deseo y la envidia se encuentran en una mansión que devora a sus habitantes.

En Venganza Silenciosa (Silent Night), John Woo Woo regresa con una historia de venganza donde cada fotograma negocia con el dolor y las consecuencias de un duelo imposible.

Con Viernes Negro (Thanksgiving), Eli Roth recupera la esencia del slasher y convierte el tradicional festejo norteamericano en una sangrienta sublimación postmoderna.

Nefarious es propaganda cristiana disfrazada de psicodrama. Un dispositivo que encuentra en el secularismo moderno y los derechos sociales los males contemporáneos.