En El Esquema Fenicio, Wes Anderson desafía su propio sistema estético y transforma la pulsión necrófila de su cine en una elegante meditación sobre el poder y la redención.
Gene Hackman no fue una estrella: fue un trabajador que convirtió la autenticidad en arte. Deja una galería de personajes, hombres de carne y dudas que nos mostraron un Estado Unidos sin maquillaje.