Por mucho que la muerte se haya asomado en los primeros episodios, The Last of Us también encontró tiempo para cierta reflexión silenciosa sobre la existencia. A pesar de lo difícil que es el viaje de Ellie (Bella Ramsey) y Joel (Pedro Pascal) hasta ahora, hubo paciencia en la forma en que ellos se mueven entre un estado de ánimo y otro.
La serie presenta las interrupciones y los contratiempos mientras se salta a un proceso de autodescubrimiento más tranquilo. Los escritores y co-creadores Neil Druckmann y Craig Mazin reconocen la necesidad de tener un equilibrio entre los dos. Hay ansiedad que proviene de luchar por tu vida, pero también hay ansiedad de tener que cruzar todo el territorio para tener la oportunidad de hacerlo. Por mucho que el mundo exterior se sienta expansivo, con todo ese espacio del Medio Oeste en el horizonte, esa distancia se reduce a medida que el programa se acerca emocionalmente a Joel y Ellie.
The Last of Us muestra cómo no siempre Joel aprende de sus errores: al igual que en el intento fallido de salir de Austin durante el día del brote de Cordyceps, aquí hay otro desvío fuera de la autopista que no funciona bien para él. Conduciendo por las calles abandonadas de Kansas City, la Chevy se encuentra bajo ataque, dejando en claro que los infectados no son la única amenaza que les espera.
Los Cazadores, el grupo liderado por Kathleen en The Last of Us
Una nueva facción aparece en el programa: los Hunters (Cazadores), un grupo revolucionario que parece haber vencido al despotismo de FEDRA en la QZ de Kansas. Son liderados por Kathleen (Melanie Lynskey) –una invención de la serie que no está en el juego–, quien en su entrada trata de obtener información de su doctor con una conversación razonada, antes de recurrir a la fuerza pura. Es el mismo enfoque que utilizó la serie en el episodio 1 con Las Luciérnagas: muestra a algunas personas profundamente involucradas en el grupo y deja que los detalles de su ideología se filtren más tarde.
Al igual que Brian, asesinado a sangre fría por Joel, el médico intenta encontrar el nervio emocional que convencerá a la persona que controla por la fuerza la situación para que lo mantenga con vida. Y como Brian, no funciona. Kathleen responde a la muerte sus camaradas con una ejecución rápida e insensible. Es un símbolo de su temeridad como líder, una señal de que su visión del futuro de Kansas City se convertirá en una amenaza insensible para Joel y Ellie, Kathleen ahora entra como una fuerza significativa en el ecosistema de The Last of Us.
El episodio 4 de The Last of Us sigue siendo tímido sobre qué es precisamente lo que está alimentando esta animosidad. Sabemos que su hermano fue muerto a palos por FEDRA, un hecho que en Kathleen toma la forma de conspiración: Henry lo entregó, seguramente dando información sobre la revolución que planeaban los Cazadores en la QZ.
En el juego, Henry y su hermano Sam son personajes más desarrollados que la facción de los Cazadores, que solo aparecen como un enemigo anónimo a vencer. Henry y Sam son personajes que adquieren importancia en la historia. Joel y Ellie se encuentran con ellos en Pittsburgh –en The Last of Us de HBO en Kansas City–. Pero en lugar de estar vinculados de alguna manera a la revolución de los Cazadores contra FEDRA, Henry y Sam (interpretados por Lamar Johnson y Keivonn Woodard en la serie) son viajeros que recorren el territorio con un grupo de sobrevivientes de Hartford, Connecticut.
Después de abandonar la QZ de Hartford, comenzaron a viajar en busca de otro lugar para vivir. Entran en Pittsburgh para buscar suministros, pero son atacados por los Cazadores, que capturan a matan a casi todos los miembros del grupo. Henry y Sam logran escapar y después de un tiempo conocen a Ellie y a Joel. Los cuatro se unen para salir de la ciudad y dejar atrás a Kathleen y los Cazadores.
DISPONIBLE EN MAX.
