Las canciones de la temporada 2 de Merlina no buscan el subrayado emocional. Tampoco juega al contraste obvio entre imagen e interpretación. Su efecto se construye desde otro lugar: el extrañamiento. Un bolero de Chavela Vargas en medio de un duelo familiar. Un clásico de Dean Martin en una sesión de electroshock. Un hit de R.E.M. reconvertido en versión de cuerdas mientras Merlina Addams narra sus primeras sensaciones de su regreso a Nunca Más.
La serie de Netflix, creada por Alfred Gough y Miles Millar, aprovecha la música como una herramienta narrativa más. No la trata como acompañamiento, sino como tensión. En esta segunda temporada, los episodios despliegan una selección musical heterogénea, con piezas que van de Prokofiev a Bruce Springsteen, de Pedro Vargas a The Cranberries, y que no están puestas al azar. Cada canción transforma la escena en la que aparece. O, al menos, la desplaza.
A diferencia de otras series adolescentes, la temporada 2 de Merlina no musicaliza para vender un soundtrack ni para definir un target. No hay intención de convertir las canciones en tendencia de redes. El repertorio funciona como atmósfera. No tiene coherencia temática, pero tiene un método.
La elección de piezas clásicas junto a hits del pop, boleros y rock vintage arma una lógica que no necesita ser explicada. No hay subrayado narrativo, pero sí una idea clara de qué tipo de incomodidad se busca. Por eso, más que ilustrar las escenas, las canciones en la temporada 2 de Merlina las enrarecen. Les suman capas. Y, a veces, las contradicen. Y esa disonancia es parte de su lenguaje.

Las canciones de Merlina temporada 2, episodio 1
- My Favorite Things – The Lennon Sisters
- Un Mundo Raro – Chavela Vargas
- Tropical Island – Berry Lipman Singers
- Kiss Me – Sixpence None the Richer
- Um Oh Ah Yeh – Mamamoo
- The Dance Of The Knights – Prokofiev
- No Time to Cry – Sisters of Mercy
- Nevermore Alma Mater – Pitch Slaps
- Dancing in the Dark – Bruce Springsteen
Desde el primer episodio, la temporada 2 de Merlina establece su lógica musical. La música no sigue un género, sino que busca un principio de extrañamiento. La escena inicial, con la protagonista atada en el sótano de un asesino serial junto a un plantel de muñecas tamaño natural, está acompañada por la versión de My Favorite Things de The Lennon Sisters. Lo que en La Novicia Rebelde funcionaba como melodía reconfortante, aquí resuena como ironía siniestra.
A eso le sigue Un Mundo Raro, de Chavela Vargas , en una escena entre Merlina y Morticia que no tiene nada de sentimental. La canción vuelve a ubicar a la familia Addams en una tradición cultural que excede lo gótico y lo anglosajón.
La lista de canciones continúa con una acumulación que parece deliberadamente caótica: Isla Tropical de Berry Lipman Singers suena desde un vehículo durante le viaje a Nunca Más de la familia Addams; Kiss Me de Sixpence None the Richer se escucha en el picnic romántico de la primera víctima, Bradbury, antes de ser atacado por una bandada de cuervos; Um Oh Ah Yeh de Mamamoo es la presentación del personaje de Enid. Y luego, Prokofiev: Dance of the Knights, que Merlina toca en su cello mientras se suceden las primeras viñetas del nuevo año escolar; Dancing in the Dark de Bruce Springsteen suena en la noche de bienvenida, antes que el gran cuervo de madera arda en la pira.

Las canciones de Merlina temporada 2, episodio 2
- You Really Got Me – The Kinks
- Voi Che Sapete – Mozart
- Dies Irae – Verdi
En el episodio 2, la escena del Día de las Bromas incluye You Really Got Me de The Kinks, mientras los estudiantes de la Academia Nunca Más se atacan entre sí con habilidades paranormales. El uso de rock clásico convive con Mozart (Voi Che Sapete) y Verdi (Dies Irae), insertos en momentos de comedia física o ironía dramática.
La escena en la que Merlina toma el volante de una clase de manejo y conduce a toda velocidad mientras suena una pieza operística es tan absurda como precisa. La intensidad de la música convierte el descontrol en una partitura del caos.

Las canciones de Merlina temporada 2, episodio 3
- La Cumparsita – Roberto Alagna:
- I Walked with a Zombie – Roky Erickson
- The Ride of the Valkyries – Richard Wagner:
- Bad Moon Rising – Creedence Clearwater Revival
- Bésame Mucho – Pedro Vargas
- Losing My Religion – R.E.M. (versión de GnusCello)
En el episodio 3, La Cumparsita sirve como fondo para un homenaje a las películas de los 90, con Morticia y Gomez bailando una versión de Roberto Alagna del tango clásico de 1916; la aparición de Ride of the Valkyries –asociada del cine bélico– acompaña una escena en la que Eugene convoca a un enjambre de abejas para atacar a los cadetes. La música eleva una batalla escolar al rango de guerra épica, sin modificar el registro de comedia.
También se permiten desviaciones sentimentales. En un fogón de campamento, Morticia y Miss Capri cantan juntas Bad Moon Rising de Creedence Clearwater Revival, en una versión acústica, lenta, casi fantasmal. La canción mantiene su carácter ominoso, pero con una lectura íntima que redefine su sentido.
Después del duelo a ciegas entre Merlina y Morticia, el episodio 3 termina con un montaje musicalizado con una versión de cuerdas de Losing My Religion de R.E.M.

Las canciones de Merlina temporada 2, episodio 4
- I Want to Know What Love Is – Foreigner
- Ain’t That a Kick in the Head – Dean Martin
- The Andante di Molto – Mozart
- Dream Weaver – Gary Wright
- All by Myself – Eric Carmen
- Scene D’Amour – Bernard Herrmann
En lugar de usar la música para reforzar emociones, Merlina la utiliza para crear disonancias. El ejemplo más claro es quizás All By Myself de Eric Carmen, que Miss Capri canta en soledad, mientras conduce por una autopista rumbo al Hospital Psiquiátrico Willow Hollow. Lo hace con entrega, como si nadie la oyera. Merlina viaja oculta en el baúl. La escena es una broma, pero también un retrato preciso de lo que la serie propone con su selección sonora: mostrar otra cosa mientras suena algo reconocible.
En el episodio 4, la escena romántica entre Lucas y Louise se arma sobre Dream Weaver de Gary Wright. La canción transforma un encuentro absurdo en algo casi tierno. Y luego, cuando la historia muta en escape, el piano de Miss Capri interpreta Zombie de The Cranberries mientras un zombie real deambula por el escenario.
Si en el episodio 1 Tim Burton homenajea al Hitchcock de Los Pájaros, el episodio 4 utiliza la banda sonora de Vértigo, Scene D’Amour de Bernard Herrmann, para continuar la historia de amor espontáneo de Lucas y Louise en Widow Hill, mientras estalla el motín del asilo a su alrededor.
DISPONIBLE EN NETFLIX.
 
				 
								


