El episodio 3 de Alien: Earth cierra el arco de la nave Maginot, donde Wendy enfrenta al Xenomorfo para salvar a su hermano Joe, y abre un nuevo escenario en la isla Neverland, laboratorio de Prodigy y sede de los experimentos de Boy Kavalier. Lo que parecía una historia de supervivencia se transforma en un drama de ciencia experimental y manipulación corporativa, donde cada personaje revela un costado distinto de la relación con el poder, la ciencia y el monstruo.

Alien: Earth, episodio 3 | Wendy vs Xenomorfo
La acción retoma el clímax del episodio anterior: Wendy (Sydney Chandler) corre por los pasillos del USCSS Maginot en busca de Joe (Alex Lawther), atrapado por el Xenomorfo en un contenedor frigorífico. La secuencia condensa lo mejor de la franquicia: espacios húmedos, paredes cubiertas de secreciones y un monstruo que se desliza entre sombras y goteos. Joe advierte a su hermana que no se acerque, que todo es una trampa, pero ella insiste. Lo libera del tejido orgánico, y el enfrentamiento con la criatura es inevitable.
Wendy, armada con una espada improvisada, lucha con el alien fuera de campo, pero que deja rastros de sangre ácida y cuerpos destrozados. El resultado es ambiguo: el Xenomorfo aparece decapitado, Joe herido de gravedad y Wendy inconsciente, con fluidos blancos emanando de su cuerpo sintético. Es una escena que plantea preguntas más que respuestas: ¿qué hizo exactamente Wendy? ¿Hasta dónde llega su fuerza? ¿Y qué significa la mezcla de sangre, sudor y fluidos en esta criatura híbrida que todavía no entendemos del todo?
Con el rescate terminado, la misión se declara un éxito para Boy Kavalier (Samuel Blenkin): la nave ha rendido especímenes valiosos, y Prodigy regresa a Neverland con un arsenal biológico de investigación. Pero lo que parece una victoria encierra la semilla de la catástrofe.

“¿Cuándo una máquina deja de serlo?”: El enigma de Morrow
Mientras los Niños Perdidos transportan las nuevas especies, Slightly (Adarsh Gourav) y Smee (Jonathan Ajayi) son interceptados por Morrow (Babou Ceesay), el cyborg de Yutani. Allí aparece una de las frases más enigmáticas del episodio 3 de Alien: Earth: “¿Cuándo una máquina deja de serlo?”
No es un simple acertijo. Morrow, mitad humano mitad máquina, expone así su propio dilema: un autómata deja de serlo cuando no cumple órdenes, cuando su voluntad se independiza de la función para la que fue creado. Una máquina, por definición, está al servicio de una tarea concreta. Cuando desarrolla conciencia, memoria y capacidad de decisión, deja de ser un instrumento y se convierte en un sujeto.
La pregunta dirigida a Slightly funciona como manipulación, pero también como advertencia. Los Niños Perdidos, híbridos con mentes infantiles en cuerpos sintéticos, son máquinas que no cumplen enteramente con las leyes de la obediencia. La paradoja de Prodigy es haber creado soldados que piensan y sienten como niños. Y en ese espacio de contradicción se abre la puerta para que Morrow intente seducirlos, prometiendo comprensión y amistad frente a un mundo que los usa como piezas de laboratorio.
El enigma de Morrow instala, además, un contrapunto con Kirsh (Timothy Olyphant). El androide de Prodigy, lejos de limitarse a ejecutar órdenes, muestra fascinación propia por los especímenes, como si lo que lo moviera fuera la curiosidad más que la obediencia. El episodio 3 de Alien: Earth deja claro que la línea entre máquina, humano y monstruo ya no es nítida.

La competencia interna: Wendy, Curly y Boy Kavalier
De vuelta en Neverland, el laboratorio se convierte en escenario de nuevas tensiones. Boy Kavalier celebra el botín, pero Kirsh se apropia del control científico. Mientras tanto, Curly (Erana James) disputa el lugar de Wendy, convencida de que su obsesión por Joe la debilita. Para Curly, la verdadera virtud está en aprovechar la nueva condición sintética para aprender, pensar y evolucionar. La rivalidad entre ambas anticipa que la historia de Alien: Earth no será solo la de la lucha contra los Xenomorfos, sino también la de la competencia por el liderazgo y la validación dentro de Prodigy.
Los Niños Perdidos, sin embargo, siguen siendo niños. Entre bromas sobre sus nuevos cuerpos y conversaciones sobre “bichos espaciales que beben toda tu sangre”, la serie recuerda que debajo de la coraza artificial hay mentes inmaduras. Esa condición los hace tanto vulnerables como imprevisibles. Y es en esa fragilidad donde Morrow planta su semilla de duda, preparando un conflicto a futuro.

Alien: Earth, episodio 3 | La conexión de Wendy con el Xenomorfo
El episodio 3 de Alien: Earth alcanza su punto más perturbador en la secuencia final. Kirsh y Curly diseccionan un huevo, extraen un facehugger y luego un embrión que depositan en el pulmón extraído de Joe, conservado en un tanque. Es el comienzo de un experimento que apunta a crear un Xenomorfo controlado.
Al mismo tiempo, Wendy despierta en otra parte de la base. Empieza a escuchar sonidos que nadie más percibe: chasquidos, ruidos sutiles, señales que atraviesan el espacio. A medida que Kirsh corta, el dolor en Wendy aumenta hasta derribarla.
La clave está en un detalle del primer episodio: durante una prueba auditiva, los técnicos de Prodigy constataron que Wendy podía oír frecuencias de hasta 75.000 Hz, muy por encima de lo humano. Esa capacidad, apenas mencionada entonces, cobra sentido ahora: los Xenomorfos podrían emitir en un rango que solo ella puede escuchar. Lo que parece un vínculo metafísico es, en realidad, un efecto biológico de su condición híbrida.
El dolor de Wendy durante la vivisección del alien es literal. Ella escucha lo que los demás no perciben. Ese rasgo la convierte en un puente entre especies, pero también en una amenaza para Prodigy, porque su sensibilidad escapa a todo control.

Alien: Earth: Wendy y los experimentos de Prodigy
El episodio 3 de Alien: Earth, titulado Metamorfosis, confirma que la serie no quiere ser un simple catálogo de escenas de acción con Xenomorfos. Su apuesta es otra: explorar qué significa ser humano, máquina o híbrido en un contexto donde las corporaciones deciden quién vive, quién muere y quién se convierte en experimento.
Alien: Earth retoma los códigos de la franquicia –el laboratorio, el monstruo, la ambición desmedida– pero los reordena en un relato donde los protagonistas no son adultos expertos, sino niños atrapados en cuerpos que no eligieron. Esa inversión, sumada a la figura de Wendy como posible puente con lo alienígena, abre la posibilidad de un desarrollo narrativo inédito en la saga Alien.
La serie de Noah Hawley sigue desplegando sus tensiones en el tercer capítulo, que marca el final del arco abierto en la nave Maginot y abre el terreno para lo que ocurrirá en la isla Neverland. El episodio 3 de Alien: Earth introduce nuevas preguntas sobre el origen de Wendy, revela las ambiciones de Boy Kavalier y confirma que los experimentos con material biológico extraterrestre son el centro de la trama.
DISPONIBLE EN DISNEY+.
 
				 
															


