Netflix confirmó la producción de Kennedy, una serie que explorará el ascenso y las tensiones internas del clan más influyente en la historia política de Estados Unidos. Basada en el libro JFK: Coming of Age in the American Century, 1917-1956 de Fredrik Logevall, la ficción tendrá ocho episodios y contará con Michael Fassbender en el papel de Joseph Kennedy Sr.
La elección no es menor: Fassbender, más conocido por sus trabajos en Steve Jobs, Shame o 12 Años de Esclavitud, encarnará al hombre que moldeó la ambición política de sus hijos –John, Robert y Ted– y que entendió antes que nadie el poder de la imagen y los medios. Kennedy se propone reconstruir no solo la historia de una familia, sino también el nacimiento de un modo moderno de hacer política.
El proyecto es una coproducción entre Netflix y Chernin Entertainment, con Sam Shaw (Manhattan, Castle Rock) como showrunner y uno de los fundadores de Dogma 95, Thomas Vinterberg (La Celebración, La Caza, Una Ronda Más) a cargo de la dirección. La serie busca ocupar el lugar simbólico que dejó The Crown, trasladando el retrato del poder monárquico británico al terreno del poder democrático estadounidense.

Kennedy: La serie de Netflix sobre la ambición y el costo del poder
Según la sinopsis oficial, Kennedy abordará “las vidas, amores, rivalidades y tragedias que dieron forma a la dinastía más reconocible de la historia moderna”. La primera temporada situará la acción en los años treinta, cuando Joe y Rose Kennedy comienzan a consolidar su fortuna y su influencia, mientras sus nueve hijos crecen bajo la presión de un legado que todavía no existe, pero ya pesa.
La figura de Joseph Kennedy Sr. será el eje del relato. Empresario, político y embajador en el Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial, fue también un estratega despiadado que entendió que la política era un negocio familiar. A través de él, la serie mostrará el nacimiento de una forma de liderazgo basada tanto en la ambición personal como en la proyección pública de una idea de perfección americana.
Con Michael Fassbender –que viene de protagonizar La Agencia y Código Negro– en el centro, el proyecto promete una interpretación que explore las contradicciones de un personaje que combinó el cálculo político con la fe ciega en el destino de su familia. Su hijo John, que más tarde sería presidente, aparece aquí como el heredero reacio, obligado a asumir un papel que no buscó, en la sombra del hermano mayor considerado el verdadero sucesor.
Kennedy: Entre The Crown y la política norteamericana
El paralelismo con The Crown no es casual. Netflix repite la fórmula de la saga histórica con un enfoque más abiertamente político: del reinado de Isabel II a la república mediática de los Kennedy. Si la serie británica se ocupó del peso de la tradición, Kennedy tratará el vértigo de la ambición moderna. Ambas comparten una preocupación por el poder como estructura familiar, por las alianzas y traiciones domésticas que terminan definiendo el curso de la historia.
La participación de Thomas Vinterberg asegura un tono sobrio y preciso. Su cine, centrado en los rituales sociales y la culpa, parece adecuado para abordar la doble cara de la familia Kennedy: la devoción católica y la impiedad política, la imagen pública y la tragedia privada. Sam Shaw, por su parte, aporta experiencia en el retrato histórico con tensión moral, algo que ya había trabajado en Manhattan, sobre el proyecto nuclear estadounidense.
Netflix busca con esta producción consolidar un nuevo ciclo de dramas históricos tras el cierre de The Crown y el éxito de La Emperatriz. En este contexto, Kennedy funciona como una respuesta americana a la fascinación europea por el linaje y la herencia. La diferencia es que, en la historia estadounidense, la corona se hereda a través de la televisión y la política, no por derecho divino.
La familia Kennedy: Una dinastía entre la política y el espectáculo
La serie también abordará la relación entre la familia Kennedy y Hollywood, un vínculo que amplificó su influencia cultural. Joe Kennedy invirtió en el negocio cinematográfico y mantuvo relaciones con figuras de la industria, mientras su hijo John construyó su imagen presidencial bajo el modelo de una estrella de cine.
Esa mezcla de política y espectáculo anticipó el presente, donde la visibilidad mediática es inseparable del poder. En ese sentido, Kennedy no solo recrea un periodo histórico: examina los orígenes del siglo XXI, el momento en que la política comenzó a funcionar como narrativa y la familia como marca.
La serie tiene previsto comenzar su rodaje en 2025, con un reparto aún en desarrollo y la expectativa de convertirse en una de las apuestas históricas más ambiciosas de Netflix. Si The Crown fue la historia del deber, Kennedy será la historia del deseo: cómo un padre diseñó el futuro político de un país a través de la vida de sus hijos, y cómo ese diseño terminó devorando a todos.



