Durante años, Quentin Tarantino sostuvo que se retiraría después de su décima película como director. Ahora, sin haber cumplido del todo esa promesa ni roto su palabra, regresa al cine desde otro lugar: frente a cámara. El realizador de Pulp Fiction y Érase una Vez en… Hollywood interpreta a uno de los personajes principales de Only What We Carry, el nuevo largometraje del cineasta galés Jamie Adams. El rodaje terminó en septiembre, tras seis días de filmación en Normandía.
El proyecto, realizado con guion parcialmente improvisado, sigue la tradición de autores como Mike Leigh y Éric Rohmer, y se presenta como un drama íntimo sobre el peso del pasado y la posibilidad de seguir adelante. Quentin Tarantino comparte elenco con Simon Pegg, Charlotte Gainsbourg, Sofia Boutella, Liam Hellmann y la cantante Lizzy McAlpine, que debuta en cine. La película, pequeña en presupuesto y ambición industrial, representa una rareza: el regreso del director más autoconsciente de Hollywood a la actuación, en una historia que no le pertenece.

La carrera como actor de Quentin Tarantino
La presencia de Quentin Tarantino en Only What We Carry marca su rol más importante como actor desde Del Crepúsculo al Amanecer (1996). Interpreta a John Percy, un amigo del personaje principal –un antiguo instructor encarnado por Simon Pegg– cuya aparición desencadena los conflictos del grupo. Adams lo convocó directamente: según fuentes cercanas a la producción, el papel fue escrito con él en mente y lo aceptó tras una reunión virtual con el director.
Aunque el nombre de Quentin Tarantino suele asociarse con una idea autoral precisa – la del guionista-director que controla cada aspecto del relato–, su trayectoria frente a cámara es más extensa de lo que parece. Apareció en sus dos primeras películas, Perros de la Calle y Pulp Fiction, antes de protagonizar junto a George Clooney Del Crepúsculo al Amanecer. Luego multiplicó sus cameos, desde sus muertes en Bastardos Sin Gloria y Django Unchained hasta su voz fuera de campo en Kill Bill y Érase una Vez en… Hollywood. También interpretó a McKenas Cole en la serie Alias, participó en The Muppets’ Wizard of Oz y narró la producción televisiva Super Pumped (2022).
Su regreso como actor principal tiene un peso simbólico: es un gesto de desplazamiento. En lugar de cerrar su carrera con una gran película de despedida –como había anunciado con The Movie Critic, proyecto que terminó cancelando–, Tarantino se permite habitar el universo de otro. Tal vez sea su manera de continuar en el cine sin la presión de ser él quien lo defina.
Only What We Carry: Jamie Adams y la libertad del cine improvisado
Jamie Adams, director de Black Mountain Poets, Wild Honey Pie! y She Is Love, construyó una filmografía marcada por el método improvisado. En Only What We Carry, llevó esa lógica al extremo: el rodaje duró menos de una semana, sin guion cerrado, con los actores desarrollando sus personajes a partir de situaciones básicas. “Fue como volver a la escuela”, dijo Simon Pegg. Adams, en tanto, definió la experiencia como la concreción de un sueño: filmar una historia a la manera de Éric Rohmer, en la costa de Normandía, con un elenco internacional.
El argumento gira en torno a Julian Johns (Pegg), un antiguo maestro al que regresa una exalumna (Sofia Boutella) para enfrentar los fantasmas de su pasado. La irrupción de John Percy (Quentin Tarantino) y de una serie de personajes –entre ellos, la hermana protectora interpretada por Charlotte Gainsbourg y la joven bailarina encarnada por Lizzy McAlpine– convierte la trama en una reflexión coral sobre la memoria y las deudas afectivas.
La elección de Tarantino tiene sentido dentro del universo de Adams. En un cine que privilegia la observación y el tiempo sobre la trama, la figura del director estadounidense funciona como un cuerpo ajeno, una anomalía: el símbolo del control narrativo arrojado a la incertidumbre del azar. Su presencia, además de atraer atención mediática, altera la textura del film. Lo convierte en un cruce improbable entre el minimalismo europeo y la mitología pop del cine norteamericano.

Quentin Tarantino, entre el final aplazado y el futuro incierto
Only What We Carry llega en un momento de indefinición en la carrera de Quentin Tarantino. Tras cancelar The Movie Critic, el proyecto que debía cerrar su filmografía, el director parece explorar alternativas que lo mantengan activo sin contradecir su discurso de retiro. A la par de esta película, escribió The Adventures of Cliff Booth, que vendió a Netflix para un proyecto dirigido por David Fincher, que retoma el personaje de Brad Pitt de Érase una Vez en… Hollywood. También adelantó que planea montar una obra teatral en el West End londinense en 2026.
Esa diversificación –guionista, actor, dramaturgo– puede leerse como la estrategia de un autor que busca permanecer en el cine desde los márgenes. No se trata de nostalgia ni de resistencia, sino de curiosidad: de probar cómo se siente actuar sin dirigir, escribir sin filmar, o dejar que otros hablen con su lenguaje.
Quentin Tarantino siempre fue un cineasta de referencias, un montajista de estilos. Su regreso como intérprete, en una película que se inspira en el realismo emocional de Rohmer y en la economía narrativa de Hong Sang-soo, parece cerrar un círculo: el del espectador apasionado que vuelve a ponerse frente a cámara, no para controlar la historia, sino para formar parte de ella.



