El remake de La Mano Que Mece La Cuna retoma el clásico de 1992 para explorar una ansiedad contemporánea: el temor a que la vida doméstica sea un equilibrio más frágil de lo que parece.
La película de Dolores Fonzi reconstruye el caso Belén como una historia que empieza antes del juicio: en un cuerpo que duele, en un sistema que desconfía y en una justicia que condena antes de preguntar.
En Shelby Oaks, Chris Stuckmann construye un relato donde una desaparición organiza no solo el misterio, sino la propia identidad de su protagonista.
El episodio 1 de la temporada 2 de Landman marca el cambio de mando en M-Tex: Cami ocupa el lugar de Monty, Tommy queda expuesto y con un padre en duelo a punto de entrar en su vida.
Con Nile Jarvis, La Bestia En Mí construye una variación reconocible de Durst: el heredero incómodo, el sospechoso eterno y el hombre que intenta reescribir su propio mito.
El final de La Bestia En Mí ordena la verdad detrás de Aggie, expone la caída final de Nile y abre una puerta para continuar la historia en la temporada 2.
Entre silencios, sospechas y medias verdades, La Bestia En Mí trabaja desde la fricción emocional más que desde el enigma, y convierte la relación entre sus protagonistas en una zona de riesgo.
Sra. Playmen de Netflix revive la figura de Adelina Tattilo, la editora que desafió a la Italia católica con una revista que mezcló erotismo, escándalos y periodismo.
Más veloz, más divertida, más coherente: la temporada 2 de Palm Royale abraza definitivamente el caos con personajes que, por fin, tienen un mundo a la altura de sus ambiciones.
Rachel Sennott escribe y protagoniza una comedia feroz sobre la cultura influencer. En I Love LA, el narcisismo no es un defecto: es la única forma de sobrevivir.
En Un Buen Ladrón, Derek Cianfrance convierte la historia real de Jeffrey Manchester en una parábola sobre la soledad, la culpa y la caída del sueño americano.
En Pluribus, Vince Gilligan y Rhea Seehorn imaginan un fin del mundo sin violencia, donde la felicidad se convierte en una epidemia.