Desde las proyecciones de medianoche de los 70 hasta los catálogos infinitos del streaming, cada época inventa su propio culto: un recorrido por las películas que se convirtieron en contraseña generacional y sobreviven al ruido de las plataformas.
Paranoia política, crítica social, metáfora racial o especulación tecnológica: en cada década, el cine encontró en el body snatching una forma distinta de narrar la otredad y el miedo a perder el yo.
Con The Shrouds, David Cronenberg convierte el dolor personal en paranoia tecnológica. Una radiografía de la imposibilidad de procesar el duelo en la era digital.
Grandes directores adoptaron el sadismo y el masoquismo como estética y como lenguaje de la complejidad de los seres humanos. Estas son las películas más representativas de la perversidad del cine.
Con Possession, Andrzej Żuławski filmó su propio divorcio como si fuera el apocalipsis y el resultado fue una de las obras más perturbadoras del cine europeo.
Common People, el primer episodio de la temporada 7 de Black Mirror, Charlie Brooker expone una economía basada en la exposición del cuerpo, la atención como moneda y la intimidad convertida en contenido.
De encender la libido pop en fantasías adolescentes a elegir la seriedad trastornada del cine indie, las películas de Robert Pattinson están marcadas por una relación histérica con el éxito y el mainstream. La rigidez nerviosa de sus primeros trabajos se transformó en nihilismo, vulnerabilidad, desesperación y locura, demostrando que
En pleno resurgimiento del horror corporal, se anunció que Nikyatu Jusu dirigirá un spin off ambientado en el universo de La Mosca.
El director de Infinity Pool, Brandon Cronenberg, habló sobre su distopía salvaje y hedonista y analizó las conexiones que tiene con la obra de su padre David.
En Crímenes del Futuro, David Cronenberg regresa a sus raíces corporales explorando los límites del arte, la nueva carne y la transformación humana.