La transformación estructural más importante en la historia reciente de Warner Bros. Discovery ya es oficial. La empresa, responsable de franquicias como Barbie, House of the Dragon y The White Lotus, anunció su división en dos compañías independientes: por un lado, Streaming & Studios, y por otro, Global Networks. El movimiento busca adaptarse a los cambios acelerados del mercado audiovisual, con el declive de la televisión lineal y la presión creciente sobre las plataformas de streaming. El cambio estratégico afectará a marcas clave como HBO, Max, CNN y DC Studios.
El nuevo esquema implica una redistribución de activos y un ajuste en el control creativo de cada área. David Zaslav, actual CEO de Warner Bros. Discovery, liderará Streaming & Studios, que incluye cine, series, plataformas y archivos. En tanto, Gunnar Wiedenfels, actual director financiero, estará a cargo de Global Networks, que agrupa canales de entretenimiento, deportes y noticias, entre ellos CNN.
Max, HBO y DC Studios quedan bajo la órbita de Streaming & Studios
El brazo que se encargará del contenido digital y cinematográfico concentrará la producción y distribución de películas y series originales, así como los derechos de sus bibliotecas. Entre las marcas incluidas se encuentran HBO, Max, Warner Bros. Television, Warner Bros. Motion Picture Group y DC Studios. La decisión apunta a dar más agilidad operativa y foco comercial a los títulos de mayor proyección global.
Zaslav definió el objetivo como una forma de “dotar a cada unidad de una estrategia optimizada”, adaptada a las exigencias del nuevo panorama mediático. La escisión también permitirá gestionar inversiones y flujos de ingresos con mayor independencia. Según explicó el propio Zaslav, el nuevo modelo permitirá “competir con mayor eficacia en el mercado actual”, marcado por la volatilidad y los ajustes de escala.
La reorganización se alinea con movimientos similares en la industria, como la reciente separación de Lionsgate y Starz. En todos los casos, la estrategia busca fortalecer las unidades más dinámicas —particularmente el streaming y el cine— y distanciarse del lastre financiero que implican las señales tradicionales de televisión por cable.
Global Networks retiene CNN y las señales tradicionales de TV
La segunda unidad, Global Networks, reunirá los canales lineales de la compañía, incluidas las marcas de entretenimiento y noticias que aún mantienen presencia internacional. CNN, uno de los principales activos del grupo, operará bajo esta nueva estructura, junto a otras señales con distribución global. Gunnar Wiedenfels, quien encabezará la división, señaló que el nuevo esquema permitirá “maximizar el rendimiento de las redes y generar flujo de caja libre”.
Más allá de los discursos de oportunidad, la decisión revela una necesidad de separar negocios de distinta escala, ritmo y proyección. La televisión por cable, en declive sostenido desde la irrupción de las plataformas on demand, se volvió una carga financiera y una fuente de incertidumbre para los conglomerados tradicionales. Esta reorganización intenta resolver esa contradicción.
Sin embargo, la operación plantea interrogantes sobre la coordinación futura entre áreas que solían colaborar estrechamente. CNN, por ejemplo, había comenzado a desarrollar contenidos para Max. A partir de esta escisión, no está claro si esos proyectos seguirán en marcha, ni cómo se coordinarán las coberturas informativas de alto impacto, como elecciones o debates presidenciales, en la plataforma digital.
Qué implica esta decisión para el futuro de Warner Bros.
La división de Warner Bros. Discovery, aunque parezca una operación técnica, representa un cambio significativo en la historia reciente del sector audiovisual. Luego de décadas de fusiones y adquisiciones –incluida la histórica compra de Fox por parte de Disney–, ahora se impone una tendencia inversa: desarmar los conglomerados y volver a estructuras más focalizadas.
La medida busca responder al nuevo mapa de consumo cultural: fragmentado, dominado por el streaming y la personalización, con una presión constante por sostener la rentabilidad. Para Warner Bros., la escisión representa un intento por dar oxígeno a su marca cinematográfica y reorganizar un ecosistema que ya no se sostiene bajo un mismo techo.
La incógnita, a futuro, es cómo evolucionará la relación entre las dos unidades. La cooperación entre Max y CNN podría redefinirse, así como la articulación entre los lanzamientos en salas y las series de suscripción. Mientras tanto, el público, los inversores y la competencia observan cómo una de las productoras más icónicas del siglo XX intenta encontrar su lugar en el siglo XXI.