En Task, la serie de HBO creada por Brad Ingelsby, Maeve (Emilia Jones) sobrevive a todos los frentes: a la pérdida, al peligro y a una vida marcada por la violencia. En el episodio final, su historia encuentra un punto de quiebre –no de cierre– cuando escapa del ataque de Jayson y recibe la inesperada posibilidad de empezar de nuevo.
“Es la primera vez en toda la serie que siente que no está en peligro”, contó Jones. “Todo le cae encima de golpe, como cuando la adrenalina se apaga.” Después de semanas de persecuciones, muertes y traiciones, Maeve se sienta en el suelo, temblando, mientras Tom Brandis (Mark Ruffalo) la acompaña en silencio.
La actriz explicó que ese momento es un alivio físico antes que emocional. “No es felicidad ni paz. Es el cuerpo entendiendo que por fin puede parar.”

El final de Task: El enfrentamiento de Maeve con Jayson
El clímax de Task pone a Maeve en el centro de la acción. Tras recibir la advertencia de Grasso (Fabien Frankel) de que los Dark Hearts irían por ella, intenta poner a salvo a los niños antes de ser sorprendida por Jayson (Sam Keeley). Lo que sigue es una persecución brutal y física, que la actriz recuerda con entusiasmo. “Nos miramos antes de filmar y dijimos: ‘Vamos’. Mi adrenalina estaba altísima”, contó. “Jeremiah [Zagar, el director] dijo: ‘No quiero volver a verla, ya la tenemos’. Todos estábamos conteniendo la respiración.”
La escena, filmada casi en tiempo real, terminó siendo tan intensa como improvisada. “En una toma literalmente corrí por mi vida, y Sam me pidió que bajara la velocidad. Terminó siendo más desprolijo, más real, y eso fue lo que quedó.”
El desenlace llega cuando Grasso dispara a Jayson para salvarla. Maeve, cubierta de sudor y polvo, se derrumba. “Fue un momento de descarga total. Toda la serie gira en torno a esa tensión: la de una mujer que no puede proteger a los que ama. Cuando todo termina, lo único que puede hacer es llorar.”

El final de Task: Maeve, el dinero y la promesa de una nueva vida
Después del tiroteo, Maeve se prepara para huir. Empaca la casa, sube a los chicos al auto y se marcha. El detalle que queda fuera del informe policial es decisivo: el millón de dólares que Tom deja pasar por alto.
“Una mirada dice más que mil palabras, y Mark y yo intentamos que esa escena lo mostrara”, explicó Jones. “Tom no tenía que hacerlo. Pero lo hace porque es un hombre bueno. Siempre está intentando ayudar.”
Esa omisión se convierte en una forma de redención compartida. Tom elige callar; Maeve elige empezar. “Ella siente gratitud”, dice Jones. “Sabe que le dieron la oportunidad de conservar el dinero y crear una nueva vida para ella y los chicos.”
La actriz imagina ese futuro con calma: “Espero que vivan en una casa linda, con ayuda en la cocina, con un poco de descanso. Maeve piensa siempre en los demás; ojalá pueda usar ese dinero para sí misma.”
La construcción de Maeve: Una mujer atrapada entre la culpa y la lealtad
Emilia Jones conoció el proyecto directamente de Brad Ingelsby. “Me habló de Maeve sin que yo hubiera leído nada, y todo lo que decía era el sueño de cualquier actriz. Me preguntó si me gustaban los niños, y después entendí por qué.”
Su relación con Tom Pelphrey (Robbie) fue uno de los pilares de Task. “Entre ellos hay amor y resentimiento. Ella se siente atrapada, como si él fuera responsable de su vida estancada, pero también sabe que la quiere y que haría cualquier cosa por ella.” En el rodaje, esa química se filtró en los gestos. “Había escenas que pensábamos que serían duras, y terminaban siendo tiernas o cómicas. Era un vínculo muy vivo.”
El acento del condado de Delaware también fue parte del proceso. “El acento de Delco no es solo una forma de hablar, es una energía. Empecé a salir por los bares, a hablar con la gente. Ahí encontré cómo se mueve Maeve, cómo mira, cómo camina.”

El futuro de Maeve según Emilia Jones
El arco de Maeve en Task está atravesado por una doble pérdida: la de su padre y la de su tío Robbie, ambos asesinados por el mismo hombre. “Esa revelación la destruye”, contó Jones. “Sabía que podía pasar, pero escucharlo la parte. Robbie era todo lo que tenía.”
Aun así, Maeve encuentra un modo de hacer las paces con él. “Por todos sus errores, todos lo querían. Todo lo que hacía era por su familia. Maeve también es así: siempre piensa en Harper y en Wyatt, nunca en sí misma.”
Cuando recibe el dinero, entiende que es parte del plan de su tío, pero también su herencia emocional. “Sabe que alguien vendrá a buscarlo y que vuelve a estar en peligro, pero también sabe que es lo que Robbie quería: que ella y los chicos pudieran salir adelante.”
“Me gusta pensar que Maeve aprende a respirar”, dijo la actriz. “Durante toda la serie vive en tensión, tratando de proteger a todos. Al final, aunque sigue marcada por la pérdida, tiene una oportunidad de vivir sin miedo.”
El final de Task sugiere esa posibilidad sin subrayarla. Maeve se aleja por la ruta, el auto cargado, los chicos dormidos, el dinero escondido. No hay música triunfal ni promesas. Solo un silencio largo, que suena a libertad.
 
				 
								


