Netflix anunció Rabbit, Rabbit, un thriller de rehenes protagonizado por Adam Driver y escrito por Peter Craig, guionista de The Batman y Top Gun: Maverick. La serie –dirigida por Philip Barantini, responsable de la aclamada Adolescencia– propone un enfrentamiento psicológico entre un fugitivo y un negociador del FBI entrenado en “empatía táctica”. La producción pertenece al estudio independiente MRC, con el que Craig mantiene un acuerdo de primer vistazo.
La historia de Rabbit, Rabbit parte de un punto de tensión reconocible: un convicto escapa, es acorralado por la policía en una estación de servicio del sur de Illinois y decide tomar rehenes. Pero el relato se expande hacia un terreno menos convencional, donde el encierro se convierte en un experimento social y el diálogo con sus cautivos adquiere un peso tan determinante como las armas o la violencia. Netflix la describe como una serie en la línea de Tarde de Perros, el clásico de Sidney Lumet donde el atraco derivaba en un retrato del caos mediático y del deseo de libertad.

Rabbit, Rabbit: Adam Driver en un thriller psicológico de alto riesgo
La elección de Adam Driver para el papel principal no sorprende: el actor combina intensidad física y capacidad introspectiva, algo que define sus trabajos en Historia de un Matrimonio, Ferrari o Paterson. Aunque no se confirmó aún si interpretará al convicto o al negociador, su presencia sugiere un enfoque centrado en el carácter, más que en la acción. Driver también figura como productor ejecutivo, lo que confirma su interés en proyectos con ambición narrativa y control creativo.
El guion de Peter Craig, que debutó con The Town y consolidó su prestigio con Top Gun: Maverick, apuesta por el conflicto moral antes que por la espectacularidad. La serie explora el enfrentamiento entre dos figuras que encarnan extremos opuestos de la desesperación: el fugitivo que busca una salida imposible y el negociador que debe mantener la calma mientras todo se derrumba a su alrededor.
Netflix otorgó una orden directa a serie –sin pasar por etapa de piloto– tras una competencia intensa con otros estudios. El proyecto se mantuvo en reserva hasta que el guion fue enviado a compradores mediante Embershot, una plataforma que permite rastrear quién lo lee y cuándo. El interés fue inmediato: Rabbit, Rabbit promete un drama de cámara con tensión sostenida y un trasfondo humano que supera el mero espectáculo.
Peter Craig y Philip Barantini: Dos miradas sobre la presión y el encierro
Philip Barantini viene del teatro y del cine británico, y su trabajo en Boiling Point y Adolescencia lo posicionó como un director capaz de mantener la tensión sin artificios. En ambas series, filmadas en tomas únicas, el tiempo real se convierte en un recurso narrativo y emocional. Su estilo podría trasladarse a Rabbit, Rabbit, donde el encierro y el caos exigen precisión y ritmo más que efectos.
La alianza con Peter Craig también marca una línea: ambos trabajan sobre personajes que enfrentan la autoridad, el control y el miedo desde espacios cerrados. En Top Gun: Maverick, Craig retomó la épica del heroísmo individual; aquí, la traslada a un ámbito opresivo, donde el combate es verbal y psicológico.
MRC, la productora detrás de Ozark, respalda la serie con una estructura que combina la experiencia de Driver y la visión de Barantini. Samantha Beddoe, Bryan Unkeless y el propio Craig completan el equipo ejecutivo. Se prevé que el rodaje comience el próximo año, con locaciones en el sur de Estados Unidos y una narrativa concentrada en el enfrentamiento entre cautivos y captores.

El nuevo mapa de proyectos de Adam Driver
Rabbit, Rabbit es el segundo proyecto televisivo que Adam Driver firma en 2025. También encabezará The Dealer, una serie de Apple TV donde compartirá protagonismo con Jessica Chastain en un drama ambientado en el mundo del arte contemporáneo. Su regreso a la televisión –tras Girls– confirma un giro hacia formatos que priorizan el desarrollo de personajes complejos por encima del espectáculo.
Driver viene de estrenar Padre, Madre, Herman, Hermano, la nueva película de Jim Jarmusch ganadora en el Festival de Venecia 2025, y de consolidarse como uno de los pocos actores que transitan con soltura entre el cine de autor y las grandes producciones. Su asociación con Netflix refuerza la tendencia de las plataformas a apostar por figuras capaces de aportar prestigio y atractivo global.
En ese sentido, Rabbit, Rabbit parece diseñada para un público que busca algo más que un thriller policial. Su punto de partida –un hombre acorralado y un grupo de rehenes– podría derivar en un estudio sobre la manipulación, la empatía y los límites del poder. Si el resultado mantiene el equilibrio entre tensión y reflexión, la serie podría convertirse en una de las apuestas más serias de Netflix para el próximo año.
 
				 
								


