La temporada 2 de Merlina reencuentra a su protagonista con la Academia Nunca Más y buena parte del elenco original. Pero entre los regresos, hay una ausencia: Xavier Thorpe, interpretado por Percy Hynes White, ya no forma parte de la historia. Su destino queda resuelto en los primeros minutos del episodio estreno: fue trasladado al internado Reichenbach, en Suiza. No hay reapariciones. Ni siquiera un cameo.
Xavier, que había sido central en la primera temporada –como interés romántico, aliado psíquico y víctima circunstancial del Hyde–, se desvanece con una sola línea. Según explica el nuevo director Dort (Steve Buscemi), su padre, Vincent Thorpe, mandó a Xavier a estudiar a Europa tras ser detenido por error, acusado de asesinato, y que quedar con su reputación comprometida.
Merlina temporada 2: La historia detrás de la ausencia de Xavier
La verdadera razón del alejamiento de Percy Hynes White está fuera del universo narrativo. En enero de 2023, el actor fue acusado en redes sociales de abuso sexual y conducta inapropiada en el marco de fiestas organizadas en su casa en Toronto. La denuncia, anónima y publicada en X (ex Twitter), detallaba situaciones con menores de edad y acusaba a Hynes White de agresiones y coerción.
El actor respondió públicamente en mayo de ese año. Negó conocer a la persona denunciante, calificó los señalamientos como “falsos” y sostuvo que eran parte de una campaña de desinformación. También remarcó el daño que estas acusaciones pueden causar a verdaderas víctimas, pidió el fin del hostigamiento hacia su entorno y agradeció a quienes lo apoyaron.
A pesar de no haber denuncia penal, Netflix, que nunca emitió un comunicado oficial sobre el caso, confirmó en mayo de 2024 que Percy Hynes White no formaría parte de la temporada 2 de Merlina. Los productores, consultados por TVLine, fueron terminantes: “Hemos visto lo último de Xavier”.
Xavier y su cierre narrativo en la temporada 2 de Merlina
Desde el punto de vista de la historia, la desaparición de Xavier está resuelta de forma funcional. La temporada 2 de Merlina no se detiene a explicar su ausencia más allá de lo necesario. No hay duelo. No hay consecuencias. Apenas una frase y un cuadro.
El único rastro de Xavier aparece hacia el final del episodio 1, cuando Merlina recibe una pintura enviada por correo: un cuervo de un solo ojo, surgido de una visión psíquica que el propio Xavier no logra entender, pero que –sospecha– está relacionado con ella. El gesto finaliza el vínculo sin demasiado dramatismo. En términos visuales, funciona como un epílogo involuntario.
Ese objeto cumple una doble función. Por un lado, da sentido a la salida del personaje; por otro, lo conecta brevemente con la trama principal. Pero no vuelve a mencionarse. Es el cierre de un arco que había tenido peso en la primera entrega, especialmente en la dinámica afectiva de Merlina, y que ahora queda completamente fuera del nuevo enfoque.
La salida de Xavier de Merlina no deja un vacío argumental. La segunda temporada propone nuevas relaciones, nuevos personajes y un cambio de foco en la historia. El triángulo amoroso que había dominado buena parte del desarrollo anterior queda desactivado. Jenna Ortega lo señaló en una entrevista: “Es un giro extraño, pero hay tantos personajes nuevos que probablemente pase desapercibido”.
El personaje de Xavier había sido una figura ambigua. Su rol oscilaba entre la sospecha y la empatía. Su cercanía con Merlina Addams, sus visiones pictóricas, su vínculo con el misterio del Hyde, lo hacían un punto de tensión narrativa. Pero en términos estructurales, Xavier era prescindible.
En lugar de reemplazarlo con un personaje equivalente, Merlina opta por redirigir la trama hacia otras líneas: nuevas amenazas, nuevas jerarquías dentro de Nunca Más, una mirada más enfocada en lo familiar y lo sobrenatural.
El showrunner Alfred Gough fue claro: Xavier no volverá. La narrativa no deja puertas abiertas. El personaje está en Suiza, en una institución mencionada como “la versión europea de Nunca Más”. Incluso ese detalle –que retoma un dato menor de la primera temporada– parece pensado para cerrar el asunto con rapidez.
No hay mención a un posible regreso. No se guarda espacio para el futuro. La serie toma distancia sin explicitar motivos, pero con una decisión firme. En un contexto donde las plataformas buscan evitar controversias públicas, la estrategia de Merlina parece haber sido quirúrgica: eliminar al personaje sin alimentar la discusión.
