Netflix comprobó que el fenómeno de Merlina no fue un golpe de suerte ni un producto irrepetible. La temporada 2, estrenada el 4 de agosto de 2025, alcanzó 50 millones de vistas en sus primeros cinco días, una cifra prácticamente idéntica a la del debut de la primera temporada en noviembre de 2022.
La comparación es más que un dato estadístico: en 2022, Netflix aún medía su audiencia por horas vistas y reportó entonces 341,1 millones de horas consumidas en cinco días, equivalentes a unas 50,1 millones de visualizaciones bajo el sistema actual. En otras palabras, Merlina logró reproducir, casi con exactitud, la magnitud de su debut inicial, y lo hizo en un contexto en el que la competencia por la atención del público es todavía más feroz.
La diferencia clave es que esta vez el lanzamiento fue parcial: solo cuatro episodios, con la segunda mitad programada para el 3 de septiembre. En la primera temporada, los ocho capítulos se estrenaron de forma simultánea. Esto significa que la cifra inicial tiene un recorrido de crecimiento asegurado y que el segundo tramo probablemente provoque un nuevo pico de visualizaciones, potenciando la performance total de la temporada 2.

La temporada 2 de Merlina lidera el ranking mundial
En su debut, la temporada 2 de Merlina encabezó el ranking de series en inglés en 91 países, una marca que pocos títulos han alcanzado en la historia de Netflix. La fuerza del estreno arrastró de nuevo a la temporada 1 al top 10 global, donde ocupó el segundo puesto con 8,6 millones de vistas, demostrando que Merlina funciona tanto para nuevos espectadores como para quienes deciden revisitar la serie antes de continuar con la nueva entrega.
La serie mantiene su lugar como la producción en inglés más vista de la historia de la plataforma, con 252,1 millones de vistas acumuladas, y solo es superada por El Juego del Calamar en el conteo general. Con este arranque, es probable que la temporada 2 de Merlina supere a la primera y se convierta en el nuevo título más visto de Netflix, algo que dependerá de cómo responda el público al segundo bloque de episodios.

La estrategia de estrenos en dos partes
Dividir la temporada 2 en dos bloques no es un experimento aislado. Netflix ha probado este modelo con varias producciones de alto perfil –Stranger Things 4, The Witcher, Cobra Kai, You 5– y los resultados, en términos de conversación pública y permanencia en los rankings, han sido positivos.
La lógica detrás de esta estrategia combina factores creativos y de negocio:
- Generar dos picos de audiencia: uno en el estreno inicial y otro con la llegada de la segunda parte.
- Prolongar la cobertura mediática y el interés en redes sociales, manteniendo a la serie como tema de conversación durante varias semanas.
- Facilitar la captación de nuevos espectadores: el lapso entre partes permite que quienes no han visto la serie tengan tiempo de ponerse al día.
- Optimizar la retención de suscriptores: los usuarios que esperan el segundo bloque tienen menos incentivos para cancelar la suscripción.
En el caso de la temporada 2 de Merlina, la decisión parece aún más calculada: la primera parte coincide con la recta final de las vacaciones de verano en el hemisferio norte, mientras que la segunda se estrenará en pleno arranque de la temporada televisiva de otoño, cuando la competencia por la audiencia se intensifica.

El peso de Jenna Ortega y el cambio de dinámica
Parte del atractivo de Merlina sigue siendo su protagonista. Jenna Ortega no solo consolidó con la primera temporada uno de los personajes más reconocibles de la televisión reciente, sino que también se convirtió en un rostro asociado al nuevo horror juvenil y a la cultura pop global. Su presencia garantiza un interés mediático que trasciende la propia serie: cada aparición pública, entrevista o comentario en redes sociales repercute directamente en la visibilidad de la producción.
En la temporada 2, Ortega retoma a Merlina Addams en un contexto diferente. La trama retoma el cierre de la temporada anterior y, sin entrar en detalles argumentales, plantea un arco más contenido que se expande en la segunda mitad. El hecho de que el estreno incluya solo cuatro episodios obliga a un ritmo narrativo más ajustado, con menos dispersión y mayor concentración de giros y revelaciones.
Merlina: Comparación con otros fenómenos de Netflix
El desempeño de Merlina se coloca en la misma liga que Stranger Things y El Juego del Calamar, pero con una particularidad: su éxito no se apoya en una larga trayectoria ni en un formato de reality o competencia que facilite la repetición. Es ficción pura, con un tono y un universo muy definidos, y con un fandom que abraza tanto la nostalgia de la familia Addams como las reinterpretaciones contemporáneas.
Mientras que Stranger Things 4 alcanzó 188,9 millones de vistas en sus primeros 28 días (con dos tandas de episodios), y El Juego del Calamar llegó a 265 millones en el mismo período, Merlina aspira a superar esas cifras combinando el poder del estreno parcial y el impulso de la marca ya consolidada.

La maquinaria de marketing y el efecto arrastre
Netflix ha acompañado el lanzamiento de la temporada 2 de Merlina –que actualmente tiene un nivel de aprobación de 77% en Rotten Tomatoes– con una masiva campaña de marketing global que combina estrenos simultáneos, acciones en redes sociales y eventos físicos en ciudades clave. El personaje de Merlina, con su imagen reconocible y fácil de replicar en cosplay y merchandising, es un recurso de marketing inagotable.
El efecto arrastre hacia otros contenidos también es notable. En los días posteriores al estreno, varias producciones con tono o temática afín –desde adaptaciones de cómics oscuros hasta series adolescentes con elementos sobrenaturales– registraron aumentos en su audiencia. Esto refuerza el valor de Merlina como motor dentro del catálogo y como ejemplo de cómo un éxito puntual puede irradiar tráfico hacia otros títulos.

Expectativas para Merlina temporada 2, Parte 2
Con la Parte 2 prevista para el 3 de septiembre, las expectativas son altas. La estructura en dos bloques asegura que la conversación sobre Merlina seguirá dominando titulares y redes por al menos un mes más. Además, la conclusión de la temporada determinará si la serie puede aspirar a un crecimiento sostenido o si repetirá el patrón de otras producciones que concentran el interés en su arranque para luego perder impulso.
En cualquier escenario, el desempeño inicial de la temporada 2 confirma que Merlina no solo mantiene su base de espectadores, sino que es capaz de movilizar a nuevos públicos en un contexto de sobreoferta de contenidos. El desafío para Netflix será capitalizar este momento y sostener la relevancia de la serie más allá de sus picos de estreno.
 
				 
								


