El otoño llega con una concentración atípica de estrenos de series en abril 2025, que marcan no solo la continuidad de algunas de las ficciones más vistas de los últimos años, sino también el ingreso de nuevas apuestas con ambiciones industriales y políticas. Las plataformas, renuevan sus catálogos con títulos que buscan sostener el interés de audiencias fatigadas pero aún activas, en un ecosistema audiovisual que sigue reorganizándose tras la pospandemia y en plena reconfiguración de las guerras del streaming.
Las plataformas concentran una lista de estrenos de series en abril 2025 que definen la temporada
Dos de los tanques más esperados vuelven a escena. El 13 de abril, Max presenta la segunda temporada de The Last of Us, adaptación del videojuego homónimo que, en su primera entrega, consolidó un estándar estético y narrativo dentro del cruce entre televisión y gaming, además de renovar la vigencia del relato apocalíptico. Esta nueva temporada –que adapta parte del segundo juego de la franquicia– transcurre cinco años después y desplaza el foco emocional hacia Ellie (Bella Ramsey), al tiempo que introduce a Abby Anderson (Kaitlyn Dever), en una estructura que fragmenta el punto de vista y tensiona la identificación del espectador.
La serie amplía su ambición visual y temática, profundizando en las secuelas psicológicas de la violencia, los dilemas éticos del castigo y el perdón, y la ambigüedad moral de sus personajes. Con dirección de Craig Mazin y Neil Druckmann, The Last of Us sigue marcando la pauta del diálogo entre videojuegos y televisión como una relación consolidada y no excepcional.
También en abril, Disney+ estrena la segunda y última temporada de Andor (23 de abril), una anomalía dentro del universo de Star Wars. Concebida por Tony Gilroy, la serie se afirma como la más política del canon galáctico: una narrativa centrada en la organización clandestina de la resistencia, que prescinde del espectáculo de los Jedi y apuesta por una progresiva tensión dramática basada en la vigilancia, la represión y la construcción de comunidad.
El arco de Cassian Andor (Diego Luna) se cierra al borde de Rogue One, manteniendo la propuesta de una ciencia ficción cercana al thriller político, con tono sobrio, actuaciones contenidas y una arquitectura visual más próxima a El Topo (Tomas Alfredson, 2012) que a la saga espacial original.
Fin de ciclo: El Cuento de la Criada
Después de ocho años, llega la temporada final de El Cuento de la Criada (The Handmaid’s Tale), cuya emisión comenzó el 8 de abril en Hulu (EE. UU.), con tres episodios disponibles y estrenos semanales hasta fines de mayo. En América Latina, donde Hulu no opera, la serie estará disponible a través de Paramount+, plataforma que ha distribuido las temporadas anteriores en la región.
La ficción basada en la novela de Margaret Atwood atraviesa un desgaste narrativo evidente, pero conserva su capacidad de interpelar al presente. En su tramo final, se juega la última carta: cerrar el arco de June (Elisabeth Moss) con una resolución que exceda lo individual. La serie busca expandir su universo hacia una mirada sistémica sobre Gilead y sus efectos en la diáspora, anticipando su conexión con The Testaments, la segunda novela de Atwood, en la que ya se basa un proyecto en desarrollo.
América Latina y la ciencia ficción política: El Eternauta
Netflix estrena el 30 de abril El Eternauta, adaptación de la obra de Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López. Se trata del proyecto más ambicioso de la plataforma en Argentina y, probablemente, uno de los más riesgosos en términos de localización narrativa. Ambientada en un Buenos Aires congelado por una nevada mortal –símbolo de una invasión silenciosa– , la historia de Juan Salvo como sobreviviente y narrador implica un relato colectivo y una parábola sobre la resistencia civil.
La serie está protagonizada por Ricardo Darín y producida por K&S Films, con dirección de Bruno Stagnaro. La adaptación enfrenta un doble desafío: honrar el tono político del material original –escrito durante la violencia estatal del peronismo de derecha y leído luego como presagio del terrorismo de Estado– y lograr que esa alegoría funcione en clave contemporánea para una audiencia global. Su llegada coincide con un renovado interés por la ciencia ficción latinoamericana como espacio de crítica social, donde lo fantástico opera como traducción del trauma.
Nuevas exploraciones y narrativas breves
Abril también incluye el estreno de Dying for Sex (4 de abril), una miniserie de FX protagonizada por Michelle Williams. Basada en un pódcast autobiográfico, la ficción sigue a una mujer con cáncer terminal que redefine su vida a través de experiencias sexuales extremas. En América Latina, está disponible a través de Star+, plataforma que concentra los contenidos de FX y Hulu en la región.
Se suma también Mariliendre (27 de abril, Atresplayer), una comedia musical española que aborda las tensiones entre feminismo y cultura pop queer en el contexto de una ex diva de la noche madrileña. La serie asume su estética camp y se posiciona como un exponente singular del audiovisual ibérico, con una mirada crítica sobre las políticas de identidad.
Además, regresan dos títulos conocidos. Black Mirror presenta su séptima temporada (10 de abril, Netflix), con un episodio especial que continúa la historia de USS Callister; mientras que Devil May Cry (3 de abril, Netflix), adaptación animada del videojuego japonés, se suma al creciente catálogo de producciones inspiradas en propiedades intelectuales del gaming.
Apple TV+: continuidad y autoría
Apple TV+ suma en abril una serie de estrenos que refuerzan su perfil curado y de producción autoral. El 11 de abril llega Your Friends & Neighbors, protagonizada por Jon Hamm como un exfinancista devenido ladrón de guante blanco, en una sátira sobre el suburbio y el privilegio masculino. El 16 se estrena la comedia Government Cheese, mientras que el 18 debuta la tercera temporada de Jane, serie infantil inspirada en la obra de Jane Goodall.
Además de sus estrenos, la plataforma sostiene durante abril la emisión de títulos clave que consolidan su identidad. Continúan en cartel El Estudio, comedia con Seth Rogen centrada en la industria del entretenimiento; Dope Thief, una ficción criminal que sigue a un estafador que suplanta a un agente federal para robar a narcotraficantes; y Surface, thriller psicológico que profundiza en los pliegues de la memoria y la identidad. Estas series, en combinación con los nuevos lanzamientos, muestran la apuesta sostenida de Apple por contenidos diferenciados, con narrativas precisas y enfoques de autor.
El panorama de estrenos de abril de 2025 confirma que las plataformas ya no compiten únicamente en términos de volumen ni por el prestigio de sus nombres propios. La disputa actual se libra en torno a la capacidad de construir relatos sostenibles, universos narrativos con densidad política y emocional, y personajes que funcionen como vectores de continuidad en un entorno cada vez más fragmentado. Este mes sintetiza varias de las tensiones estructurales del ecosistema audiovisual contemporáneo: la tensión entre la lógica industrial y la mirada autoral, entre la segmentación algorítmica y la singularidad estética, entre el consumo episódico y la construcción de una memoria colectiva.