Emily en París temporada 5: La serie regresa con amor, moda y trabajo entre Roma y París

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La temporada 5 de Emily en París lleva a la protagonista a Roma para un nuevo capítulo entre el amor y la ambición, sin dejar atrás el espíritu parisino.

Netflix lanzó el primer adelanto de la temporada 5 de Emily en París, donde Lily Collins vuelve como la publicista estadounidense que busca equilibrar su vida personal y profesional en Europa. En esta entrega, Emily se instala en Roma tras su romance con Marcello (Eugenio Franceschini), y asume un nuevo desafío laboral al frente de la oficina italiana de Agence Grateau. La serie, creada por Darren Star, se estrena el 18 de diciembre y promete ser un tránsito entre el caos romántico y la madurez emocional de su protagonista.

El teaser deja en claro que la historia no abandona del todo la capital francesa: Emily en París se convierte en una historia de dos ciudades, con parte del elenco repartido entre Roma, París y Venecia. Darren Star explicó que la idea es mostrar un nuevo equilibrio en Emily, “una sonrisa sin condición”, después de cuatro temporadas marcadas por la confusión sentimental.

La producción filmó en locaciones icónicas como el Palazzo Danieli de Venecia y distintos escenarios romanos, desde ruinas hasta terrazas con vista al Vaticano. El contraste entre las calles de París y la energía italiana refuerza el tono visual de la serie: luminoso, artificioso y siempre atento a la estética antes que a la realidad.

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Eugenio Franceschini y Lily Collins en Emily en París

Emily en París temporada 5: Nuevas relaciones y viejos conflictos

La temporada 5 de Emily en París parte del final de la cuarta entrega. Gabriel, interpretado por Lucas Bravo, finalmente reconoce sus sentimientos por Emily, pero ella ya ha iniciado una vida en Italia junto a Marcello. Esta nueva dinámica impulsa el conflicto central: una relación estable frente a un pasado que aún persiste.

Marcello, con su encanto despreocupado, representa la promesa de un futuro más maduro y equilibrado para Emily. Pero la serie, fiel a su ADN, no abandona el triángulo amoroso. El regreso de Gabriel, ahora centrado en su restaurante con estrella Michelin, reabre el dilema entre el deseo y la estabilidad.

La temporada 5 de Emily en París también introduce a Minnie Driver como la princesa Jane, una amiga de Sylvie que agrega un toque de sátira a la alta sociedad europea. Su presencia funciona como un espejo para Emily: una mujer que se mueve entre la sofisticación y la superficialidad, sin terminar de pertenecer del todo a ninguno de los dos mundos.

Entre las caras conocidas, regresan Philippine Leroy-Beaulieu (Sylvie Grateau), Ashley Park (Mindy), Samuel Arnold (Julien), Bruno Gouery (Luc), William Abadie (Antoine Lambert) y Lucien Laviscount (Alfie). La ausencia de Camille Razat, quien decidió dejar la serie, marca un cierre simbólico de la etapa parisina más caótica del relato.

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Emily se muda a Roma en la serie de Netflix

Emily en París: Una serie entre el artificio y la búsqueda de madurez

Desde su estreno, Emily en París ha sido un fenómeno global tanto por su ligereza como por su estética reconocible. Lo que en un principio parecía una comedia romántica de fórmula se convirtió en un estudio involuntario sobre la obsesión contemporánea con la imagen. La temporada 5 refuerza esa idea al trasladar la trama a Italia, donde la belleza se vuelve casi una carga: Emily vive rodeada de paisajes perfectos mientras intenta encontrar un propósito más allá de la superficie.

El cambio de escenario también responde a una necesidad narrativa. Cuatro temporadas en París habían agotado las posibilidades del personaje y del conflicto. Roma, con su historia y su desorden, ofrece una oportunidad para reformular la mirada. Darren Star ya había jugado con el contraste entre ciudad y personaje en Sex and the City, pero aquí el traslado se convierte en el tema mismo: la búsqueda de un equilibrio entre la espontaneidad italiana y el control francés.

El tráiler muestra un tono más pausado y una estética más cálida. Emily ya no es la turista deslumbrada por Europa, sino una profesional que intenta sostener su identidad frente a un entorno que la redefine. Esa transición, más que el romance o la moda, es lo que sostiene la nueva temporada.

A esta altura, Emily en París es consciente de su propio artificio. La temporada 5 asume esa condición y juega con ella. Las escenas de moda, los paisajes y los triángulos amorosos funcionan como una coreografía de la imagen que la serie lleva al límite. El resultado, según su creador, busca mantener el espíritu lúdico pero con una dosis de ironía.

El traslado a Roma también introduce una dimensión de comedia más abierta, cercana a la tradición italiana del enredo sentimental. Minnie Driver, con su papel de princesa excéntrica, y los nuevos personajes secundarios amplían ese tono. La serie parece avanzar hacia una versión más ligera y autorreferencial, sin abandonar del todo la ambición estética que la define.

El público encontrará lo que espera: glamour, relaciones imposibles y una visión de Europa filtrada por el sueño americano. Pero detrás de su superficie brillante, la temporada 5 de Emily en París intentará explorar algo más persistente: la tensión entre la imagen y la identidad, entre el trabajo y el deseo.

Mirá el tráiler a continuación:

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