QUIENES SOMOS
Ya no vamos al cine como antes – o sí, pero menos, mucho menos. La sala oscura cedió terreno ante la pantalla brillante del living. Las plataformas lo cambiaron todo: el ritual colectivo devino soledad compartida. Netflix, Prime Video, Max son los nuevos MGM, Warner, Universal. La paradoja duele: nunca se produjo tanto cine, tanta serie, tanto contenido como ahora. Nunca fue tan difícil saber qué vale la pena.
El algoritmo sugiere. Pero el algoritmo no sabe de cine: sabe de patrones, de métricas, de engagement. No entiende por qué Kubrick era un genio, por qué Scorsese necesita tres horas para contar una historia, por qué El Brutalista es más interesante que la última comedia de Jennifer Lopez. El algoritmo quiere que sigamos viendo, no que veamos mejor. Los números no pueden medir la poesía de Wong Kar-wai, la incomodidad excitante de Haneke, la cadencia hipnótica de Lynch. El algoritmo es un mal crítico: solo sabe contar views.
El cine es más que imágenes en movimiento. Es memoria colectiva. Es el espejo donde varias generaciones aprendimos a mirarnos. El cine nos enseñó a soñar, a pensar, a tener miedo. Nos mostró mundos psicodélicos y nos hizo creer que eran reales. Nos dio amores imposibles, héroes, villanos y todo lo que está en el medio. El cine es el beso en la última fila, el padre llevando a sus hijos a ver El Despertar de la Fuerza, la adolescente descubriendo a Godard en un cineclub de barrio.
Ahora todo está cambiando. Las pantallas se multiplican pero la magia se diluye. Vemos más pero miramos menos. La novedad sustituyó a la calidad. El streaming nos quitó el deseo, el ritual. Ya no hay que esperar al jueves para el estreno, ya no hay que hacer fila bajo la lluvia, ya no hay que discutir con extraños a la salida ese final perfecto que nadie entendió.
Por eso existe Plano Americano. Porque el cine sigue siendo el arte más completo del siglo XX aunque el XXI lo esté transformando en contenido. Porque el periodismo cultural no puede ser solo un desfile neutro de estrellas y estrenos. De notas generadas por cualquiera con IA. Este es un espacio para pensar más allá del me gusta/no me gusta. Para darle sentido a lo que vemos. Para recordar que cada fotograma puede ser una obra de arte y que, a veces, una serie de seis capítulos puede cambiarte la vida.
Aquí vamos a hablar de todo eso. De las películas y series que nadie vio y todos deberían ver. De directores que filman con el celular y ganan en Cannes. De los consagrados y de las nuevas voces que gritan desde los márgenes. De por qué ya nadie hace crítica pero todos opinan en Twitter. De todo lo que hace que el cine siga siendo el cine.
Bienvenidos a Plano Americano. Donde todavía creemos en la magia de sentarse en la oscuridad y dejar que una historia te transforme.