Murió Jim Shooter, una de las figuras más decisivas del cómic estadounidense, a los 73 años. El guionista y editor había sido diagnosticado con cáncer de esófago, según confirmó el también escritor Mark Waid. Su nombre está inscripto en la historia grande del medio: debutó a los 14 años en DC, transformó Marvel en los 80, escribió historias fundacionales y creó líneas editoriales que aún perduran.
Shooter no solo marcó el pulso narrativo de Marvel durante una década, sino que además anticipó la era del cómic como industria moderna: apostó por las miniseries, ordenó las líneas editoriales, profesionalizó los equipos creativos y fundó Valiant, una editorial que renovó los códigos del género. Bajo su mando, surgieron clásicos como Secret Wars, La saga de Korvac y las mejores etapas de X-Men, Fantastic Four o Daredevil.
Más allá de las polémicas –fue criticado por su rigidez y despedido de Marvel en 1987–, su influencia sigue presente en cada evento crossover, en la figura del editor como autor, y en la concepción del cómic como relato global. Su muerte marca el final de una era, pero su obra, como los superhéroes que ayudó a moldear, resiste el paso del tiempo.
Jim Shooter: De niño prodigio en DC a reinventar los superhéroes
Con solo 14 años, Jim Shooter logró algo inédito: venderle una historia a DC Comics. Inspirado por el estilo narrativo de Marvel, envió un guion dibujado a mano para Legion of Super-Heroes que no solo fue aceptado, sino publicado con sus layouts como base. En su primera historia, introdujo cuatro personajes nuevos –incluyendo a Karate Kid y Ferro Lad–, demostrando una audacia y visión inusual para un adolescente.
Shooter se convirtió en el guionista regular de Adventure Comics y colaboró en historias claves como la primera carrera entre Superman y Flash, además de crear al villano Parasite. En pocos años, se volvió una figura reconocida dentro de DC, antes de alejarse momentáneamente para trabajar en publicidad.
En 1975 regresó al cómic y retomó la Legión en Superboy and the Legion of Super-Heroes, pero los conflictos con los editores de la época lo llevaron a buscar nuevos rumbos. Fue entonces cuando Marvel tocó a su puerta.
Marvel en los años 80: Jim Shooter como arquitecto de una era
Jim Shooter ingresó a Marvel en 1978 como editor en jefe. Tenía apenas 27 años. Su llegada estabilizó una empresa que había pasado por cinco editores en pocos años. Ordenó los cronogramas de entrega, impuso reglas claras (como evitar que los guionistas editen sus propios títulos) y profesionalizó las redacciones. Bajo su liderazgo, Marvel vivió una de sus épocas más fértiles.
En esa década nacieron o se consolidaron las etapas más influyentes de X-Men (Claremont/Byrne), Fantastic Four (Byrne), Daredevil (Frank Miller), Thor (Simonson) y Iron Man (Layton y Michelinie). Shooter también volvió a escribir Avengers, donde abordó temáticas como la salud mental de Hank Pym, y creó la recordada Korvac Saga.
Pero su obra más popular fue Secret Wars (1984), el primer crossover corporativo de Marvel, que reunió a sus principales héroes y villanos en una historia cósmica que redefinió el concepto de evento editorial. La miniserie fue un fenómeno de ventas, e instauró un modelo que sigue vigente en el cómic mainstream.
El nacimiento de Valiant: Otro universo, otro canon
Tras su salida de Marvel en 1987 –luego de choques con autores y ejecutivos–, Jim Shooter intentó comprar la editorial. Al fracasar, fundó Valiant Comics en 1989. Primero licenció propiedades como Nintendo o WWF, y luego lanzó su propio universo narrativo a partir de personajes clásicos como Solar, Magnus y Turok.
La propuesta de Valiant fue única: continuidad integrada, enfoque adulto y rigor narrativo. En pocos años se convirtió en la editorial independiente más exitosa del mercado estadounidense. Shooter fue desplazado en 1992, pero su impronta ya era parte del ADN de la empresa.
Más tarde intentó replicar el modelo con Defiant Comics y Broadway Comics, con menor éxito, aunque sus propuestas seguían apostando a mundos cohesionados y originales.
Jim Shooter: Un legado que trasciende el tiempo editorial
En los 2000, Jim Shooter volvió brevemente a Legion of Super-Heroes en DC y escribió nuevas versiones de Solar, Turok y Magnus para Dark Horse. Aunque su presencia en la industria fue más esporádica en las últimas décadas, siguió vinculado a proyectos creativos y conferencias. Su visión, a veces inflexible, moldeó generaciones de lectores y autores.
Jim Shooter entendió antes que nadie que el cómic debía funcionar como sistema: personajes fuertes, estructuras claras, continuidad coherente y ambición narrativa. Fue temido por su estilo autoritario, pero respetado por su capacidad para transformar ideas en mitologías populares.
En un medio que muchas veces olvida a sus arquitectos, Jim Shooter fue uno de los pocos que dejó huella en cada editorial que tocó. Su historia comenzó como la de un niño prodigio y terminó como la de un autor total.