Con el estreno de Superman 2025, James Gunn no solo presentó una nueva versión del héroe más icónico de la historia del cómic: también lanzó su apuesta más ambiciosa como arquitecto del renovado universo DC. La recepción del público parece confirmar que esta vez la estrategia está funcionando. En sus primeros tres días, Superman se proyecta entre los $115 y $121 millones de recaudación nacional, ubicándose como el tercer mejor debut del año hasta ahora. Y eso es mucho decir, en un año donde Minecraft y Lilo y Stitch reventaron las salas.
Este relanzamiento de Kal-El, interpretado por David Corenswet, llega después de una larga historia de adaptaciones, desde la fundacional saga de Christopher Reeve hasta el fallido universo de Zack Snyder. Pero Gunn propone algo diferente: un Superman que ya es héroe, que convive con una comunidad de metahumanos, y que enfrenta dilemas más geopolíticos que existenciales. Esa narrativa –combinada con un tono clásico y familiar– parece haber conectado con una audiencia que empezaba a desconfiar del género.
Y lo más sorprendente es que lo logró en un contexto de altísima competencia: Jurassic World: Rebirth, con estrellas como Scarlett Johansson y Mahershala Ali, dominaba la taquilla desde su estreno y ahora cae al segundo puesto. A eso se suma la cuenta regresiva para Los 4 Fantásticos: Primeros Pasos, que se estrena la semana próxima con pronósticos optimistas. Aun así, Superman tiene oxígeno y proyección para quedarse. Y si los datos de CinemaScore (A-) y el boca a boca mantienen el ritmo, el vuelo de este nuevo Hombre de Acero podría alcanzar alturas históricas.

Superman 2025 obtiene un debut sólido en medio de un escenario saturado
Superman debuta con un piso de $115 millones en EE.UU., y un techo proyectado de $121 millones, cifras que lo ubican cerca del estreno de Man of Steel (2013), que hizo $116,6 millones, y por debajo del pico absoluto de Batman v Superman (2016), que alcanzó $166 millones. Pero lo más relevante no está solo en el número inicial, sino en su contexto: la saturación del mercado, el escepticismo sobre el género y la competencia directa.
Jurassic World: Rebirth, que parecía imbatible tras su estreno, cae al segundo puesto con una caída moderada pero sostenida. El público familiar parece dividirse: mientras los más chicos se quedan con los dinosaurios, las generaciones mayores –que crecieron con Superman como símbolo– están regresando a las salas con entusiasmo. Y eso marca un diferencial. Esta versión de Superman no sólo seduce a fans del cómic, sino que suma a una audiencia que en años recientes se había alejado del cine de superhéroes por agotamiento o falta de novedad.
A eso se suma un timing quirúrgico: Los 4 Fantásticos llegan el 24 de julio, lo que deja a Superman dos semanas entera para estabilizar su rendimiento. Las proyecciones de Primeros Pasos oscilan entre $125 y $155 millones. Si Gunn logra mantener el interés (y la conversación en redes), la caída en la segunda semana podría ser contenida, ubicándose por debajo del 55%, lo cual sería una excelente señal de legs –es decir, de estabilidad a lo largo de varias semanas–.

Taquilla de Superman 2025: Proyección final y comparación histórica
Con un presupuesto estimado de $225 millones, Superman necesita alcanzar al menos $562 millones para entrar en zona de rentabilidad (contando costos de marketing y distribución). A juzgar por su debut y el impulso del boca a boca, la proyección más conservadora apunta a un cierre en torno a los $600 a $690 millones a nivel global. Pero si mantiene fuerza en mercados internacionales y el apoyo del público, podría rozar –e incluso superar– los $720 millones, especialmente si evita caídas abruptas frente a la llegada de Los 4 Fantásticos: Primeros Pasos.
Comparado con el resto de las películas del personaje, Superman 2025 ya ocupa un lugar privilegiado:
| Película | Debut nacional | Taquilla mundial | 
|---|---|---|
| Superman (1978) | $7,4M | $300,2M | 
| Superman II (1981) | $14,1M | $190,4M | 
| Superman III (1983) | $13,4M | $80,2M | 
| Superman IV (1987) | $5,6M | $36,7M | 
| Superman Returns (2006) | $52,5M | $391,1M | 
| Man of Steel (2013) | $116,6M | $668M | 
| Batman v Superman (2016) | $166M | $874,4M | 
| Superman (2025) | $115-121M | Proyección: $650-720M | 
Además, su CinemaScore A- es idéntico al de Man of Steel (2013) y bastante superior al de Batman v Superman, que recibió una B. Esto significa una recepción más favorable por parte del público general, y por lo tanto, un mayor potencial de permanencia en cartelera. Y aunque no logre los números extremos de Minecraft o los récords de Marvel en sus mejores años, este Superman podría consolidarse como la película más rentable de DC desde 2018, superando a The Flash y Blue Beetle, que tuvieron recorridos más irregulares.

DC contra Marvel en 2025: La comparación que aún lo dice todo
Es imposible analizar el presente de Superman sin mencionar el contexto de su competencia directa: Marvel Studios. A pesar de sus propios tropiezos, el MCU sigue ocupando una parte dominante del imaginario global. En 2025, las películas de Marvel tampoco han tenido un recorrido perfecto, pero su presencia sigue siendo un parámetro para medir todo lo demás. A continuación, los estrenos más relevantes del año, comparados con el rendimiento de Superman 2025:
| Película | Estudio | Debut Nacional | Taquilla Mundial Estimada | Presupuesto | 
|---|---|---|---|---|
| Captain America: Brave New World | Marvel | $91M | $376M | $180M | 
| Thunderbolts | Marvel | $86M | $381M | $180M | 
| Superman (2025) | DC | $115–121M | $650–720M (proyectado) | $225M | 
| Fantastic Four: Primeros Pasos | Marvel | Estimado: $125–155M | Por estrenar | $200M | 
Si bien Superman 2025 arranca con más fuerza que las últimas entregas de Marvel, este repunte no borra el trasfondo: DC pasó años persiguiendo la fórmula Marvel sin entender qué la hacía funcionar. De esa obsesión salieron películas como Justice League en su versión mutilada por Joss Whedon –una parodia de sí misma– o The Flash, que pretendía ser un No Way Home pero terminó en un accidente multiversal del que ni siquiera Michael Keaton pudo escapar con dignidad. Y luego está Aquaman y el Reino Perdido, probablemente la secuela más olvidable y autoindulgente del género, una vergüenza en todos los niveles.
La contratación de James Gunn fue la culminación de ese complejo de inferioridad. Para DC, Gunn fue una respuesta desesperada a la hegemonía de Marvel: si no podemos superarlos, contratemos al tipo que hizo Guardianes de la Galaxia y que parezca que sabemos lo que hacemos. Pero hasta ahora, Gunn no ha demostrado ser más que un eficiente imitador de sus propios éxitos. Superman 2025 –aunque sólida– sigue muchas de las fórmulas emocionales y narrativas ya vistas en Marvel: héroe sensible, equipo disfuncional, momentos de humor irónico para balancear el drama.
La pregunta entonces no es si Superman 2025 funcionará (probablemente lo hará), sino si DC está creando algo nuevo o simplemente repitiendo la partitura con otro uniforme. Por ahora, la reinvención sigue siendo más un cambio de logo que de lenguaje. Gunn tiene talento, sin duda, pero no es un sabio visionario, y si el nuevo universo DC quiere tener futuro, va a necesitar más que nostalgia, referencias y fórmulas recicladas.
 
				 
								


