Aunque James Gunn lleva la batuta creativa de Superman –y del nuevo universo cinematográfico de DC en general–, no lo hace completamente solo. En una entrevista reciente con Collider, el director reveló que abrió el proceso de edición y montaje de la película a un pequeño grupo de cineastas para recibir devoluciones. Entre ellos, Drew Goddard (The Martian), Jason Reitman (Juno, Ghostbusters: Afterlife) y Damon Lindelof (Watchmen, The Leftovers) aportaron sugerencias clave que ayudaron a definir el tono emocional y narrativo del film.
Este enfoque colaborativo, poco frecuente en blockbusters de este nivel, marca un cambio significativo respecto a la opacidad con la que suelen manejarse los grandes estudios. Para Gunn, compartir el corte de la película con colegas de confianza fue su manera de “convertir a otras personas en el estudio”. Es decir, buscó apoyo externo que no esté contaminado por los intereses corporativos, sino por la intención común de hacer la mejor película posible.
Un Superman con identidad emocional: El tono como construcción colectiva
Según James Gunn, uno de los aspectos más discutidos fue el tono general de la película. Algunas escenas más oscuras generaban fricción con el espíritu esperanzador que buscaba imprimirle a Superman, en clara contraposición a las versiones anteriores más sombrías del personaje. En ese contexto, la observación de Drew Goddard fue decisiva: “Ese final más oscuro no es parte de esta película. No es ese tipo de historia.” Esa simple frase, según Gunn, “se le quedó grabada durante todo el proceso de edición”.
El director también explicó que valora la crítica honesta y directa: “No ando con rodeos. Soy muy franco. Todos tenemos que trabajar desde un lugar común, sin egos. Estamos tratando de hacer la mejor película posible.” Esa lógica, que ya se percibe en sus trabajos anteriores, se traslada ahora a una producción que no solo inaugura una nueva etapa en el DCU, sino que también redefine lo que puede ser una película de Superman: sensible, luminosa y humanista.
Superman como declaración de principios: El nuevo DCU empieza con corazón
Lo que se perfila es una película que quiere recuperar la esencia luminosa del personaje, alejándose del cinismo y la sobrecarga estética que caracterizó a algunas entregas anteriores. En lugar del alienado mesiánico que lucha por comprender a la humanidad, este nuevo Superman –interpretado por David Corenswet– será un héroe profundamente emocional, acompañado por una Lois Lane encarnada por Rachel Brosnahan y enfrentado a un Lex Luthor interpretado por Nicholas Hoult.
Con fecha de estreno para el 11 de julio de 2025, Superman funcionará como el verdadero punto de partida del DCU. Aunque Creature Commandos fue el inicio suave en formato animado, esta será la primera gran prueba de fuego del nuevo universo cohesivo que Gunn y Peter Safran están diseñando.
A diferencia de otros reinicios, el enfoque aquí es claro: empezar por el corazón, y no por la espectacularidad. El mismo Gunn lo confirma al priorizar “la emoción sobre el artificio” y permitir que voces externas, con sensibilidad narrativa comprobada, ayuden a encontrar ese equilibrio tan buscado entre lo épico y lo íntimo.