Con el anuncio de Star Wars: Starfighter, Lucasfilm confirmó que la próxima producción de la saga intergaláctica buscará consolidarse como un nuevo comienzo dentro del universo narrativo sin recurrir a los vínculos con la familia Skywalker ni a personajes o tramas conocidas. La película, dirigida por Shawn Levy y protagonizada por Ryan Gosling, funcionará como historia autónoma y se ambientará en una etapa cronológica no explorada previamente: los años posteriores a The Rise of Skywalker (2019), el último episodio de la trilogía secuela.
La apuesta representa un quiebre con las estrategias tradicionales de la franquicia, que históricamente ha conectado cada nuevo título con una línea argumental preexistente. Desde los orígenes con Una Nueva Esperanza (1977) hasta las entregas más recientes, cada película encontró su lugar a partir de su vínculo con el canon central, ya sea a través de secuelas, precuelas o spin-offs centrados en personajes heredados. En este caso, Starfighter operará por fuera de esa lógica.
A diferencia de otras producciones recientes como The Mandalorian y Grogu u Obi-Wan Kenobi, Starfighter no dependerá de nombres ya conocidos por la audiencia. Según lo confirmado por el propio director, el film se centrará en un nuevo personaje –interpretado por Gosling– encargado de proteger a un joven aprendiz en fuga, amenazado por cazadores anónimos. El inicio del rodaje está previsto para la próxima primavera.
Ryan Gosling: Un protagonista consagrado en un universo que evitaba estrellas
Uno de los principales rasgos distintivos de esta nueva etapa es la elección de Ryan Gosling como protagonista de Starfighter. A lo largo de más de cuatro décadas, Star Wars se caracterizó por reservar sus papeles principales a actores poco conocidos o en etapas tempranas de sus carreras. La trilogía original introdujo a Mark Hamill, Carrie Fisher y Harrison Ford cuando ninguno de ellos tenía una trayectoria consolidada. Las precuelas siguieron el mismo patrón con Hayden Christensen y, en parte, con Ewan McGregor y Natalie Portman. En la trilogía secuela, Daisy Ridley y John Boyega asumieron los roles principales como virtuales desconocidos.
La presencia de Gosling, uno de los actores más reconocidos del cine contemporáneo, representa una excepción a esa regla no escrita. Su participación en títulos recientes como Barbie, The Fall Guy, Blade Runner 2049 y The Gray Man lo consolidó como figura central de la industria. La elección parece responder a una estrategia distinta: atraer al público no a partir del vínculo con el canon, sino a partir del magnetismo de sus intérpretes.
Esa lógica podría extenderse también al caso de Mia Goth, quien interpretará a la antagonista principal. Aunque su fama no alcanza la escala de Gosling, se trata de una actriz reconocida, con una filmografía orientada al cine de terror psicológico. Su participación en películas como X, Pearl y MaXXXine la posicionó como figura destacada de un género ajeno hasta ahora al universo Star Wars. Su papel no ha sido detallado, pero marcará un hito dentro de la franquicia: será la primera mujer en desempeñar el rol principal de villana en una entrega cinematográfica.
Hasta el momento, solo Gwendoline Christie había ocupado una posición comparable con su interpretación de la capitana Phasma en la trilogía más reciente, aunque en un rol secundario. En Starfighter, en cambio, el personaje de Goth se ubicará en el centro del conflicto narrativo.
Star Wars: Starfighter | Un relato sin anclajes en el canon
La narrativa de Star Wars: Starfighter se construye desde la ruptura con las fórmulas previas. No se trata de una secuela directa ni de una historia de origen. Tampoco funciona como eslabón entre eventos conocidos. Esa decisión implica un desafío mayor para su campaña de difusión, que deberá prescindir de las referencias al pasado para captar la atención del público.
Todas las películas anteriores lograron posicionarse mediante algún tipo de anclaje narrativo. Las precuelas aportaron contexto a la caída de Anakin Skywalker; Rogue One funcionó como prólogo de Una Nueva Esperanza; Solo exploró los orígenes de un personaje icónico. Incluso las propuestas más recientes, como las series vinculadas a The Mandalorian, reforzaron el entramado del universo conocido. En cambio, Starfighter se presentará como una historia nueva, en una era aún inexplorada del canon.
La estrategia parece orientarse a recuperar parte del público que se alejó de la franquicia tras la recepción dispar de la última trilogía. También responde a un contexto en el que las audiencias muestran señales de fatiga ante las narrativas extendidas que exigen conocimientos previos. Al ofrecer un relato autocontenido, la producción podría funcionar como punto de entrada para nuevos espectadores.
Por el momento, se desconoce si la película dará inicio a una nueva línea de tiempo o si permanecerá como experimento aislado dentro del universo. Tampoco se confirmó el resto del elenco, ni detalles sobre el título oficial o el calendario de estreno. Lo cierto es que Starfighter representa una apuesta distinta en una saga que, por primera vez, intenta avanzar sin depender de su pasado.