La galaxia muy, muy lejana le dio la bienvenida a su scream queen. Mia Goth, el rostro más inclasificable del terror contemporáneo, se une al elenco de Star Wars: Starfighter, la nueva apuesta de Lucasfilm que promete dejar atrás el legado Skywalker y explorar un territorio inédito. La actriz compartirá pantalla con Ryan Gosling en una historia ambientada cinco años después de los eventos de The Rise of Skywalker, en lo que se anuncia como un film independiente dentro del vasto universo creado por George Lucas.
La noticia fue confirmada durante la Star Wars Celebration en Tokio, donde Kathleen Kennedy y Dave Filoni oficializaron los planes del estudio. Dirigida por Shawn Levy (Deadpool & Wolverine, la comedia de acción más taquillera de la historia para mayores de 18 años), Starfighter iniciará su producción en primavera y tiene fecha de estreno para el 28 de mayo de 2027.
Mia Goth en Star Wars: Una villana con nombre propio
Aunque los detalles de la trama de Starfighter siguen guardados bajo llave, algunos indicios permiten especular. Según The Hollywood Reporter, Goth interpretará a una de las principales villanas del film, quien perseguirá al personaje de Gosling, un hombre encargado de proteger a su joven sobrino de una amenaza que aún no tiene rostro, pero sí intensidad dramática.
La elección de Mia Goth no es caprichosa. La actriz inglesa, de 30 años, se ha convertido en la musa de un nuevo cine de horror elevado y visceral. Fue el alma partida de la trilogía X, Pearl y MaXXXine de Ti West; la desesperación melancólica en Infinity Pool de Brandon Cronenberg; y un rostro clásico en la adaptación de Emma de Autumn de Wilde. Su presencia inquieta, a medio camino entre el romanticismo enfermizo y la furia contenida, es capaz de generar incomodidad sin mover un músculo. Que ahora encarne a una villana en el universo de Star Wars no solo renueva la franquicia: la sacude desde adentro.
En un Hollywood que todavía duda a la hora de arriesgar, Goth representa una anomalía: elige directores con voz propia, se instala en proyectos de autor como Frankenstein de Guillermo del Toro (junto a Oscar Isaac y Jacob Elordi) o la ambiciosa La Odisea de Christopher Nolan, y rehúye del blockbuster tradicional… hasta ahora. Después de estar vinculada –y luego desvinculada– de la fallida Blade del MCU, finalmente encuentra en Starfighter su entrada triunfal al cine-evento global.
Starfighter: Una galaxia post-Skywalker
La película escrita por Jonathan Tropper (The Adam Project, This Is Where I Leave You) será la primera en situarse cronológicamente después de la batalla de Exegol, ese clímax caótico y divisivo que cerró la saga Skywalker en 2019. Y aunque Lucasfilm ya tiene otros proyectos en desarrollo –una película con Daisy Ridley como Rey entrenando nuevos Jedi, una trilogía bajo el ala de Simon Kinberg–, Starfighter es el primer intento concreto de darle al público una historia original sin cameos ni ataduras al linaje Skywalker.
Levy, más conocido por sus éxitos en tono de comedia y aventura (Stranger Things, Free Guy), asume el desafío de introducir una historia de personajes nuevos en un universo donde el peso del canon puede ser tan asfixiante como una nave imperial. Con Gosling como protagonista –un actor que ha probado su magnetismo tanto en blockbusters (Blade Runner 2049, Barbie) como en cine de autor– y Goth en rol antagónico, Starfighter apunta a encontrar un equilibrio poco común: espectáculo de gran escala con actores de perfil indie.
El futuro de una galaxia en crisis
Desde el decepcionante cierre de la saga en Episode IX, Lucasfilm ha tenido dificultades para relanzar su línea cinematográfica. Con el éxito sostenido de sus series (Andor, The Mandalorian, Ahsoka), la pantalla grande parecía haberse convertido en terreno minado. Pero Starfighter busca cambiar esa narrativa: una película autocontenida, en un período virgen de la cronología, con rostros reconocibles pero no saturados, y sin la obligación de responder al fanservice que tantas veces paralizó a la franquicia.
En ese sentido, la incorporación de Mia Goth es un gesto audaz: traer a una actriz que ha construido su carrera en los márgenes, alejada del sistema, y convertirla en la amenaza central de una de las marcas más reconocidas del entretenimiento mundial.
“Un Jedi debe tener el más profundo compromiso”, decía Yoda. También una villana. Y si alguien puede conjurar ese compromiso con la oscuridad, es Mia Goth. Porque hay algo inquietante en sus ojos, una promesa de violencia estética, de belleza torcida, de tragedia sin redención. Si Starfighter está pensada para revitalizar el universo Star Wars, ella podría ser la chispa que encienda la rebelión.