Silent Night, Deadly Night vuelve este diciembre. La nueva versión del clásico de 1984, dirigida por Mike P. Nelson y protagonizada por Rohan Campbell (Halloween Ends), apuesta a recuperar el espíritu provocador que convirtió al original en uno de los slashers más polémicos de su época. Cineverse, la productora detrás de Terrifier 3, presenta este remake como un regreso a la violencia festiva, con el villano Billy dispuesto a transformar la Navidad en una pesadilla ritual.
La premisa se mantiene fiel al mito: un niño que presencia el asesinato de sus padres a manos de un hombre vestido de Santa Claus crece para convertirse en un asesino con la misma máscara de alegría que lo marcó. La película promete un tratamiento visual renovado y una narrativa que actualiza la moral distorsionada del personaje, ahora con una estética más cercana al horror contemporáneo.
Con su estreno confirmado en cines de Estados Unidos para el 12 de diciembre de 2025, Silent Night, Deadly Night llega para ocupar el espacio que el slasher navideño había perdido en las últimas décadas: una celebración del exceso y la culpa bajo el disfraz de una fiesta familiar.
Silent Night, Deadly Night y el legado del terror prohibido
En 1984, la película original fue más noticia por su escándalo que por su contenido. Grupos de padres exigieron su retiro de los cines al considerar ofensiva la figura de un asesino vestido de Santa. La distribuidora Tri-Star cedió ante la presión y la retiró de cartelera tras una semana. El gesto terminó por garantizarle un lugar en la historia: el film pasó de ser una producción menor a símbolo del miedo moral en tiempos de censura y conservadurismo.
A lo largo de los años, Silent Night, Deadly Night fue adquiriendo estatus de culto. No solo por su violencia –común a muchos slashers de los 80s– sino por la tensión que generó entre lo religioso, lo familiar y lo grotesco. Las secuelas y remakes que siguieron no lograron recuperar esa mezcla de repulsión y fascinación. En ese terreno se inscribe el nuevo proyecto de Mike P. Nelson, que busca reconstruir esa incomodidad en una época donde casi nada escandaliza, pero aún persiste el deseo de ser testigo del tabú.
El remake de Silent Night, Deadly Night: Sangre, culpa y la reinvención del mito
La nueva Silent Night, Deadly Night conserva el esqueleto narrativo del original, pero cambia su tono. Rohan Campbell encarna a un Billy menos caricaturesco y más perturbador, un joven marcado por el trauma y por la obsesión de castigar a quienes considera “pecadores”. Ruby Modine interpreta a Pamela, la única figura que podría redimirlo o hundirlo.
Mike P. Nelson, conocido por Wrong Turn y Sweet Revenge, se inclina por un estilo visual más atmosférico, con luces frías, escenarios cerrados y una coreografía de asesinatos que recuerda tanto a Terrifier 3 como a los experimentos visuales del horror independiente reciente. El guion, escrito también por Nelson, combina el tono pulp del original con una lectura contemporánea sobre la violencia y la moral.
El equipo técnico incluye al director de fotografía Nick Junkersfeld y al diseñador de producción Oscar Fenogolio, responsables de dotar al film de una textura invernal opresiva. La música, compuesta por Blitz Berlin, se propone como un puente entre el villancico y el ruido industrial, reforzando la idea de que el mal puede sonar familiar.
El interés por revisitar Silent Night, Deadly Night no responde solo a la moda de los remakes. Hay un intento claro por devolver al género su dimensión más incómoda: la risa nerviosa, el placer culposo, el miedo que se confunde con el goce. En una industria que suele suavizar sus propias transgresiones, Nelson parece reivindicar la brutalidad como forma de autenticidad.
Cineverse y Bloody Disgusting –productoras con experiencia en explotar los límites del gore– entienden que el slasher navideño tiene una potencia simbólica única: el contraste entre la moral familiar y el impulso destructivo. En ese sentido, la película no solo revive una franquicia olvidada, sino también una forma de entender el horror como espejo deformado de las tradiciones.
El regreso de Silent Night, Deadly Night no busca reconciliar el miedo con la ternura, sino volver a enfrentarlos. Y en esa tensión parece residir su verdadera apuesta.
Mirá el tráiler a continuación:
 
				 
								


