El debut de F1 marca un récord en la taquilla de 2025. La película, dirigida por Joseph Kosinski (Top Gun: Maverick) y protagonizada por Brad Pitt como Sonny Hayes, superó todas las expectativas con un estreno doméstico de 55 millones de dólares en su primer fin de semana. Este resultado no solo la posiciona como el mejor estreno de la historia para Apple Studios, sino que además logra destronar a la versión live action de Cómo Entrenar a tu Dragón, que venía liderando desde su estreno a mediados de junio.
La apuesta de Apple por combinar cine de alto presupuesto con lanzamientos posteriores en streaming parece consolidarse con esta producción. Junto a Pitt, el elenco incluye a Damson Idris, Kerry Condon y Javier Bardem, en una historia que mezcla drama, velocidad y el detrás de escena del mundo de la Fórmula 1.
Este desempeño resulta significativo no solo por el contexto del mercado, sino porque confirma la capacidad de las películas orientadas a un público adulto para competir frente al dominio que, hasta ahora, habían mantenido las producciones familiares durante esta temporada.
F1 rompe récords y redefine el éxito de Apple Studios
El desempeño de F1 representa un cambio relevante en la estrategia de Apple dentro de la industria cinematográfica. Con 55 millones de dólares en su debut doméstico, supera ampliamente el récord anterior de la compañía, que pertenecía a Los Asesinos de la Luna (Martin Scorsese, 2023) con 23,2 millones.
Si bien su presupuesto es elevado –200 millones de dólares–, el modelo de negocio de Apple difiere del de los grandes estudios tradicionales. La taquilla funciona como un complemento, mientras que el verdadero retorno se mide en términos de impacto para su plataforma de streaming Apple TV+. Por este motivo, no se requiere que alcance cifras extremas como los 500 millones de dólares para ser considerada rentable en su ecosistema.
Aun así, su entrada en el top 15 de los estrenos más taquilleros del año en apenas tres días confirma que la película tiene proyección tanto en salas como en el mercado global. Es el mayor estreno para una película original no basada en franquicias preexistentes en lo que va del año.
Fin del reinado familiar: ¿Cambio de tendencia en la taquilla?
El éxito de F1 también refleja un giro en la tendencia que había caracterizado los meses previos, dominados por títulos orientados al público infantil y familiar como Lilo & Stitch y Cómo Entrenar a tu Dragón. La irrupción de una película centrada en el drama deportivo y dirigida claramente a un público adulto parece anticipar una temporada donde las producciones PG-13 tomarán el protagonismo.
Este cambio podría consolidarse en julio, cuando lleguen a cartelera títulos como Jurassic World: Rebirth, Superman y Los 4 Fantásticos: Primeros Pasos, todos con potencial para liderar la taquilla. En ese contexto, solo dos producciones se perfilan como competidoras por fuera de esa categoría: Smurfs, dirigida al público infantil, el reboot de Sé lo que Hicieron el Verano Pasado, una propuesta de terror con clasificación R.
Por otro lado, el bajo rendimiento de M3GAN 2.0, que apenas alcanzó 10,4 millones de dólares frente a los 30,4 millones de su antecesora, sugiere que no todas las sagas logran sostener su impulso inicial. En contraste, la propuesta de Brad Pitt parece haber captado a un público deseoso de nuevas experiencias cinematográficas alejadas de las franquicias infantiles o los universos de superhéroes.
F1, un fenómeno que trasciende la taquilla
Más allá de las cifras, F1 se suma a una tendencia creciente: la combinación de espectáculos visuales de alto nivel con historias que apelan a la emoción y al realismo. En línea con el modelo de Top Gun: Maverick, Kosinski vuelve a demostrar que existe un mercado sólido para películas que equilibran el despliegue técnico con narrativas centradas en personajes.
El respaldo de Apple, que garantiza una segunda vida para la película en su plataforma de streaming, permite a producciones de este tipo mantener su relevancia más allá del circuito tradicional de salas. Así, el éxito inicial de F1 no solo redefine las posibilidades de las películas deportivas, sino que también consolida a Apple como un actor relevante en el juego de los grandes estudios.