Cómo Entrenar a tu Dragón fue durante más de una década uno de los títulos más queridos del catálogo animado de DreamWorks. Su historia, centrada en el vínculo entre el joven Hiccup y el dragón Toothless, logró crear una saga emotiva, técnicamente sobresaliente y con un universo narrativo consistente. En ese contexto, la decisión de realizar una adaptación en acción real generó resistencias y escepticismo. Sin embargo, el resultado inicial parece contradecir los pronósticos negativos: el remake debutó con un 99% de aprobación del público en Rotten Tomatoes, convirtiéndose en la película mejor valorada por los espectadores en toda la franquicia.
Con dirección de Dean DeBlois –el mismo realizador de la trilogía animada– y protagonizada por Mason Thames como Hiccup y Nico Parker como Astrid, la nueva versión replica de forma muy cercana los eventos de la película original. A pesar de su fidelidad, introduce algunos cambios sutiles y extiende su duración, añadiendo mayor profundidad a los personajes. Aunque su puntuación crítica en Rotten es de un 77%, el impacto emocional en la audiencia ha sido mayor: más de 500 valoraciones ya le otorgan una aprobación casi unánime.
Cómo Entrenar a tu Dragón 2025: Una apuesta arriesgada que el público validó
La reacción del público se convierte en un respaldo importante para Universal Pictures y DreamWorks Animation. En un contexto donde los remakes live-action son recibidos con escepticismo –y donde los intentos de Disney han generado más polémica que consenso–, Cómo Entrenar a tu Dragón 2025 logra lo que otros no: recuperar el espíritu del original sin caer en la copia sin alma.
Parte de esa aceptación tiene que ver con la dirección de DeBlois, quien no solo conoce el material de base, sino que supo identificar qué elementos conservar y cuáles ajustar para el nuevo formato. La película mantiene escenas icónicas, como el primer vuelo de Hiccup con Toothless, pero también incorpora nuevas secuencias que enriquecen especialmente el arco de Astrid. El tono es más serio y dramático, adaptado al lenguaje del cine en acción real, pero sin perder el sentido de maravilla que definió a la versión animada.
En paralelo, la crítica especializada ha reconocido los logros visuales del film. El diseño de Toothless fue especialmente celebrado por su fidelidad y expresividad. La interpretación de Mason Thames también recibió elogios, así como la solidez de Parker en un rol que enriquece a Astrid con nuevas capas emocionales.
El futuro de la franquicia: Luz verde para una secuela
A solo semanas de su estreno, y con una proyección de taquilla cercana a los 75 millones de dólares para su primer fin de semana, el éxito del remake ya impacta en las decisiones de la franquicia. Universal confirmó que Cómo Entrenar a tu Dragón 2 en acción real se encuentra en desarrollo y tiene como fecha tentativa de estreno junio de 2027. La anticipación positiva alrededor de la saga parece consolidar una nueva etapa para estos personajes, ahora en carne y hueso.
Este panorama es relevante por varias razones. Primero, porque demuestra que las adaptaciones pueden funcionar cuando hay un compromiso creativo genuino detrás, y no solo una estrategia de reciclaje comercial. Segundo, porque el universo de Cómo Entrenar a tu Dragón tiene el potencial para expandirse aún más, tanto en cine como en televisión, y el público parece estar dispuesto a seguir acompañándolo.
Por último, el respaldo del público representa una señal para otros estudios: las remakes no deben ser un calco ni una traición al material de origen, sino una traducción sensible a otro lenguaje. En este caso, el paso de la animación a la acción real no eliminó la emoción, sino que la amplificó desde una nueva perspectiva.
El récord alcanzado por el remake live-action de Cómo Entrenar a tu Dragón no solo valida su existencia, sino que plantea un nuevo estándar para futuras adaptaciones. Lejos de traicionar su legado, la película honra a sus personajes y reafirma su vigencia emocional. En una era saturada de remakes oportunistas, este título demuestra que todavía es posible generar entusiasmo sin renunciar a la calidad.
La fidelidad narrativa, la dirección atenta de DeBlois y el trabajo comprometido del elenco fueron claves para recuperar –y renovar– el vínculo con una audiencia que conocía esta historia de memoria. El vuelo de Hiccup y Toothless, ahora en imagen real, vuelve a ser un viaje que vale la pena emprender.