La próxima película del universo DC no estará protagonizada por un superhéroe, sino por un villano clásico del mundo de Batman. Clayface, centrada en el personaje de Basil Karlo, será una película de terror con clasificación para adultos, escrita por Mike Flanagan y dirigida por James Watkins. El proyecto fue confirmado por el propio James Gunn, codirector de DC Studios, en el último episodio del podcast DC Studios Showcase, donde explicó por qué la película se incorporó a la primera fase del relanzamiento de la franquicia, llamada Dioses y Monstruos.
La incorporación de Clayface no responde a una estrategia anticipada. Según Gunn, la película no formaba parte de los planes originales trazados por el estudio en 2023. Sin embargo, el guion presentado por Flanagan convenció al equipo y fue aprobado rápidamente. Gunn sostuvo que si el proyecto se hubiese presentado fuera del universo DC, también lo habrían producido como una película de terror independiente. El tono, según adelantó, será oscuro, visceral y adulto. Aunque la clasificación oficial aún no fue confirmada por la Motion Picture Association (MPA), el director espera que sea categoría R, es decir, para mayores de 17 años.
Clayface en el DCU: Terror corporal y clasificación para adultos
La película se ubica dentro de un intento más amplio de ampliar el registro tonal de las producciones de DC Studios. Gunn mencionó que durante su experiencia como productor de filmes como The Belko Experiment, ya habían explorado el género del terror, y que Clayface continúa esa línea con un enfoque más radical. El personaje, que ha tenido múltiples encarnaciones en los cómics, será adaptado aquí como un actor fracasado que se convierte en un ser mutante tras experimentar con una sustancia que altera su cuerpo. La premisa se alinea con el subgénero conocido como body horror.
El caso de Clayface contrasta con otros títulos anunciados previamente por DC Studios, como Supergirl o Lanterns, que aún están en distintas etapas de desarrollo. En cambio, la propuesta de Flanagan llegó con una visión cerrada que convenció a los responsables del nuevo universo fílmico. Gunn sostuvo que este tipo de decisiones no son excepcionales: el estudio prioriza los guiones terminados por sobre los anuncios preliminares. Esa política explica que una película no contemplada originalmente haya pasado a integrar el primer capítulo del relanzamiento.
Entre los proyectos confirmados para esta nueva etapa, la película Supergirl se perfila como otro movimiento estratégico. El guion se basa en la miniserie escrita por Tom King, y estará protagonizada por Milly Alcock, conocida por su papel en House of the Dragon. A diferencia de versiones anteriores del personaje, esta Supergirl será presentada con una historia más introspectiva, marcada por el exilio y la violencia del entorno que la formó, lo que permitirá una construcción distinta a la de su primo Superman.
El nuevo universo DC apuesta por villanos y géneros fuera del molde
El estreno de una película centrada en un villano, sin la presencia confirmada de Batman u otros héroes, marca una diferencia respecto a etapas anteriores de DC en el cine. Aunque Joker (2019) ya había explorado esa dirección fuera del universo compartido, Clayface será parte integral de la cronología oficial. Aún no se ha anunciado el elenco ni los vínculos con otras historias del canon, pero se espera que haya novedades en los próximos meses, dado que el rodaje comenzaría en el otoño boreal.
La nueva película de Superman, dirigida por James Gunn, se estrenará en julio de 2025 y servirá como punto de partida para este universo reorganizado. El actor David Corenswet interpretará al nuevo Clark Kent, acompañado por Rachel Brosnahan como Lois Lane. Aunque Clayface no estará directamente conectada con esa narrativa inicial, su inclusión en la misma línea de tiempo confirma que el nuevo universo DC será más flexible en su tono, géneros y focos narrativos.
Con esta decisión, DC Studios no sólo suma una película más a su calendario, sino que define un perfil de producción donde el riesgo estético y la diversidad genérica pueden tener lugar dentro del marco narrativo principal. El hecho de que se apueste por el terror corporal, un subgénero con fuerte carga simbólica y visual, también señala una apertura hacia otras formas de explorar los relatos de origen y transformación en los personajes del universo DC.
