Milly Alcock, conocida por House of the Dragon, debuta en el rol de Supergirl en los últimos minutos de Superman (2025), y lo hace de una forma que desconcierta y fascina: aparece tambaleándose, visiblemente ebria, para recuperar a su perro Krypto. Le dedica a su primo un insulto afectuoso, y desaparece sin más. La escena, que podría leerse como una mera humorada, es en realidad una declaración de principios sobre el rumbo que tomará su personaje en Supergirl: Mujer del Mañana (2026).
Este breve cameo no es anecdótico: establece tono, contexto emocional y fidelidad a la obra original que servirá de base para el próximo film. El guion de Supergirl está a cargo de Tom King, autor de la miniserie de cómics Woman of Tomorrow, una de las obras más intensas y líricas que DC ha publicado en la última década. Y en esa historia, como en la película, todo comienza en un bar, bajo un sol rojo, con una heroína derrotada por la melancolía.
Superman: La ebriedad de Supergirl es una referencia directa a los cómics Woman of Tomorrow
Para entender la escena del final de Superman, es necesario conocer el punto de partida emocional de Kara Zor-El en los cómics. En Supergirl: Woman of Tomorrow, la historia comienza con ella celebrando su cumpleaños 21 en un planeta lejano, embriagándose como una humana cualquiera, porque en ese mundo hay un sol rojo. A diferencia de la Tierra, donde el sol amarillo le otorga sus poderes, un sol rojo la vuelve vulnerable, pero también le permite sentir. Dolor, nostalgia y, en este caso, los efectos del alcohol.
Kara Zor-El no es una simple versión femenina de Kal-El. Ella no fue criada en Kansas, no tuvo padres humanos amorosos ni una infancia tranquila. Kara vivió en Krypton, tuvo una familia que perdió, y fue enviada a la Tierra para cuidar a su primo bebé. Pero una falla en el viaje la dejó suspendida en el tiempo: cuando llegó, Kal ya era Superman. Su propósito –protegerlo– había sido arrebatado por el destino.
Ese desencanto, esa sensación de inutilidad y desorientación, es el núcleo de Woman of Tomorrow, y parece que también lo será en el DCU. La aparición de Supergirl borracha en Superman no es solo una broma: es una cápsula narrativa que condensa el punto de partida de una heroína quebrada, sarcástica, emocionalmente desbordada. Su relación con Krypto, el perro que deja al cuidado de su primo, refuerza su deseo de huir, de escapar, de buscar algo que aún no sabe qué es.
En ese sentido, James Gunn no solo le da a Kara una entrada memorable, sino que planta el tono para una historia que se alejará del optimismo solar de Superman para abrazar una travesía más áspera, más introspectiva. Una odisea galáctica marcada por el duelo, la ira y la búsqueda de un nuevo sentido.
El arco emocional de Supergirl y su contraposición con Superman
En Superman, la película, Kal-El explora su identidad desde la pregunta por sus orígenes: quiénes fueron sus padres biológicos, qué intenciones tenían y qué lugar le corresponde en el universo. Sin embargo, la respuesta llega a través de la figura de sus padres adoptivos, Jonathan y Martha Kent, que lo criaron con humanidad, ética y empatía. Su conflicto gira en torno a elegir quién quiere ser.
Kara, en cambio, tenía una identidad definida. Sabía quién era, de dónde venía, a quién debía proteger. Y lo perdió todo. Su viaje no es de construcción sino de reconstrucción: se trata de una heroína que deberá redefinir su propósito desde las ruinas de su historia personal. Mientras Kal se afirma como el puente entre dos mundos, Kara es una exiliada total, sin un hogar al que regresar.
Este contraste entre ambos primos es crucial para el futuro del DCU. Mientras Superman representa el ideal –el símbolo esperanzador que vuela sobre la Tierra–, Supergirl puede convertirse en el rostro del trauma kryptoniano, en la expresión más visceral de lo que significa haberlo perdido todo. En lugar de replicar a Superman, la película Mujer del Mañana podría ofrecer una contracara trágica y desafiante.
Si James Gunn logra mantener ese equilibrio entre drama y ciencia ficción, entre introspección y acción cósmica, Supergirl podría ser una de las propuestas más audaces del nuevo universo DC. Y todo comenzó con una mujer ebria, tambaleante y malhablada, reclamando a su perro en el rincón más solitario del planeta.
