Jurassic World: Rebirth se posiciona como un renacer para la franquicia jurásica, con nuevos personajes, una nueva amenaza y un enfoque que combina acción, tensión y dilemas éticos. Pero lo que muchos no sabían es que su desenlace pudo haber sido muy diferente. En una reciente entrevista, el director Gareth Edwards confirmó que el personaje interpretado por Mahershala Ali, Duncan Kincaid, estaba originalmente destinado a morir. La decisión de cambiar su destino fue tomada durante el rodaje, influenciada por una sugerencia directa del estudio.

Jurassic World: Rebirth | El destino original de Duncan Kincaid
Mahershala Ali encarna a Duncan Kincaid, uno de los tres protagonistas de Jurassic World: Rebirth, junto a Scarlett Johansson y Jonathan Bailey. Desde el inicio, Kincaid es presentado como un líder pragmático y empático, cuya presencia aporta equilibrio al grupo. Según Gareth Edwards, el guion original contemplaba su muerte en una escena clave, atacado por el Distortus Rex, el nuevo depredador mutante del film.
“Estaba escrito que moría. Lo teníamos muy claro desde el comienzo”, explicó Edwards. Sin embargo, antes de concluir el rodaje en Tailandia, el estudio le propuso filmar una versión alternativa donde Duncan Kincaid sobreviviera. Aunque al principio lo tomó como una posibilidad remota, pronto comenzó a imaginar cómo podría funcionar sin traicionar el tono emocional de la historia.

El final alternativo de Jurassic World: Rebirth
El final de Jurassic World: Rebirth mantiene toda la tensión de la escena original. El montaje juega con las convenciones del cine de acción: Duncan Kincaid se despide de su compañero, hace una acción heroica y desaparece, dejando la impresión de que ha muerto. Pero al final, una señal visual sutil –una bengala encendida fuera de foco– revela que sigue vivo. La reacción del público en la avant-première de Nueva York confirmó que la jugada había funcionado.
“Fue el mejor momento de toda la proyección”, confesó Gareth Edwards. “Apenas apareció la bengala, la gente aplaudió. Sabían que era él. Fue un alivio emocional tan fuerte que casi me pongo a llorar. Y pensé: ‘A veces los estudios tienen razón’”.

La importancia narrativa de Duncan Kincaid en Jurassic World: Rebirth
Desde el punto de vista estructural, la decisión de mantener con vida a Duncan Kincaid no solo evita una pérdida dolorosa para el público, sino que fortalece el arco emocional del film. Kincaid representa la última reserva de moralidad dentro del grupo, alguien que cree en la ciencia como herramienta de salvación, incluso frente al horror de los experimentos genéticos.
Su supervivencia también abre puertas narrativas para futuras entregas: podría liderar una nueva investigación, convertirse en portavoz contra los excesos de empresas como ParkerGenix, o incluso servir como mentor para los nuevos protagonistas. Es una decisión que mira más allá del shock inmediato y proyecta continuidad.
Un nuevo ejemplo de “fakeout death” en el cine de Spielberg
La franquicia Jurassic Park es heredera directa de las sensibilidades narrativas de Steven Spielberg. No sorprende entonces que Edwards haya citado a E.T. como ejemplo inspirador. En esa película, la muerte momentánea del extraterrestre genera un pico de tristeza que luego se transforma en éxtasis cuando revive. El mismo principio se aplica aquí con Duncan Kincaid.
Estos “falsos finales” funcionan solo cuando están bien ejecutados. Edwards y su equipo no modificaron los indicios de la muerte planeada: las líneas de diálogo, la música, el montaje. Todo estaba construido para preparar al espectador para la pérdida. Por eso, el giro final funciona como catarsis y no como trampa.

El futuro de Jurassic World tras Rebirth
La decisión de modificar el final de Jurassic World: Rebirth es coherente con el espíritu renovador de esta entrega. Sin necesidad de traer de vuelta a los personajes clásicos, ni de forzar referencias constantes al pasado, la película encuentra su propio camino. Apostar por nuevos protagonistas con peso dramático –y por decisiones creativas valientes– le devuelve frescura a una saga que había perdido rumbo.
Duncan Kincaid, como personaje, encarna esa transición: entre lo conocido y lo desconocido, entre la ciencia que salva y la ciencia que devora. Que siga vivo no es solo un giro de guion, sino una declaración de principios. Porque a veces, en el cine, vivir es el acto más revolucionario.
 
				 
								


